Queridos hermanos y hermanas, el matrimonio es una unión sagrada bendecida por Dios, destinada a reflejar Su amor y compromiso con nosotros. En esta asociación divina, encontramos fortaleza, alegría y propósito. La Biblia nos proporciona sabiduría sobre cómo nutrir y sostener esta preciosa relación. Uno de los mayores ejemplos de amor y asociación en el matrimonio se encuentra en la historia de Adán y Eva. Dios creó a Eva para ser una compañera para Adán, lo que significa que no estamos destinados a caminar solos. A través de su unión, vemos la importancia de la compañía y el apoyo.
En el matrimonio, el amor es paciente y bondadoso, nunca envidioso ni jactancioso. Siempre protege, confía, espera y persevera. Como parejas casadas, estamos llamados a personificar estas cualidades, reflejando el amor de Cristo por la iglesia. Este amor no es solo un sentimiento sino una elección de servirnos mutuamente a diario. La comunicación es clave en el matrimonio. Cuando escuchamos con el corazón abierto y hablamos con amabilidad, construimos una base de confianza y comprensión. Pueden surgir malentendidos, pero a través del perdón y la humildad, podemos superar cualquier desafío.
Respeten a cada uno, queridos amigos, como iguales en este viaje. Honren a su cónyuge y aprecien las cualidades únicas que aportan al matrimonio. Así como Cristo nos amó, debemos amar a nuestras parejas, sacrificándonos por su bienestar y felicidad. En tiempos de dificultad, apoyémonos en Dios para obtener orientación y fortaleza. La oración es una herramienta poderosa que acerca a las parejas entre sí y a Dios. Al orar juntos, invitan al Espíritu Santo a habitar en su relación, proporcionando paz y sabiduría.
El matrimonio es una asociación donde ambos individuos crecen y prosperan. Anímense mutuamente en sus sueños y metas, y celebren cada hito juntos. Recuerden que un cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente, simbolizando la fortaleza que se encuentra cuando Dios está en el centro de su matrimonio. Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre las parejas casadas.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne”
— Génesis 2:24
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, se entregó a sí mismo por ella”
— Efesios 5:25
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor”
— Efesios 5:22
“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor”
— Colosenses 3:18
“Maridos, amad a vuestras mujeres, no seáis ásperos con ellas”
— Colosenses 3:19
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece”
— 1 Corintios 13:4
“No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”
— 1 Corintios 13:5
“No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”
— 1 Corintios 13:6
“Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
— 1 Corintios 13:7
“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”
— Proverbios 18:22
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”
— Proverbios 31:10
“El corazón de su marido está en ella confiadoY no carecerá de ganancias”
— Proverbios 31:11
“Le da ella bien no malTodos los días de su vida”
— Proverbios 31:12
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
— 1 Pedro 3:7
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Prendiste mi corazón, hermana, esposa míaHas apresado mi corazón con uno de tus ojosCon una gargantilla de tu cuello”
— Cantares 4:9
“Yo soy de mi amado, mi amado es míoÉl apacienta entre los lirios”
— Cantares 6:3
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo”
— Eclesiastés 4:9
“Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”
— Eclesiastés 4:10
“También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?”
— Eclesiastés 4:11
“Si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; cordón de tres dobleces no se rompe pronto”
— Eclesiastés 4:12
“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, asimismo la mujer con el marido”
— 1 Corintios 7:3
“La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer”
— 1 Corintios 7:4
“No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia”
— 1 Corintios 7:5
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido”
— 1 Corintios 7:10
“Si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”
— 1 Corintios 7:11
“A los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, ella consiente en vivir con él, no la abandone”
— 1 Corintios 7:12
“Si una mujer tiene marido que no sea creyente, él consiente en vivir con ella, no lo abandone”
— 1 Corintios 7:13
“Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos”
— 1 Corintios 7:14
“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”
— 1 Corintios 7:15
“Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?”
— 1 Corintios 7:16
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón hembra los hizo”
— Mateo 19:4
“Dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne?”
— Mateo 19:5
“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Mateo 19:6
“Pero al principio de la creación, varón hembra los hizo Dios”
— Marcos 10:6
“Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer”
— Marcos 10:7
“Los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno”
— Marcos 10:8
“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Marcos 10:9
“Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, la mujer de tu pacto”
— Malaquías 2:14
“¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud”
— Malaquías 2:15
“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”
— Malaquías 2:16
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido”
— Romanos 7:2
“Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”
— Romanos 7:3
“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”
— 1 Timoteo 3:2
“Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que gobiernen bien sus hijos sus casas”
— 1 Timoteo 3:12
“Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos a sus hijos”
— Tito 2:4
“A ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada”
— Tito 2:5
“Las muchas aguas no podrán apagar el amorNi lo ahogarán los ríosSi diese el hombre todos los bienes de su casa por este amorDe cierto lo menospreciarían”
— Cantares 8:7
“Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazoPorque fuerte es como la muerte el amorDuros como el Seol los celosSus brasas, brasas de fuego, fuerte llama”
— Cantares 8:6
“La trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, tomó a Rebeca por mujer, la amó; se consoló Isaac después de la muerte de su madre”
— Génesis 24:67
“Así sirvió Jacob por Raquel siete años; le parecieron como pocos días, porque la amaba”
— Génesis 29:20
“Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras? ¿por qué no comes? ¿por qué está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?”
— 1 Samuel 1:8
“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios mi Dios”
— Rut 1:16
“Donde tú murieres, moriré yo, allí seré sepultada; así me haga Jehová, aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos”
— Rut 1:17
“Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón”
— 1 Corintios 11:11
“Porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios”
— 1 Corintios 11:12
“Ahora permanecen la fe, la esperanza el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”
— 1 Corintios 13:13
“Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia”
— 1 Timoteo 5:14
“Sea bendito tu manantialY alégrate con la mujer de tu juventud”
— Proverbios 5:18
“Como cierva amada graciosa gacelaSus caricias te satisfagan en todo tiempoY en su amor recréate siempre”
— Proverbios 5:19
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas”
— 1 Pedro 3:1
“Considerando vuestra conducta casta respetuosa”
— 1 Pedro 3:2
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos”
— 1 Pedro 3:3
“Sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable apacible, que es de grande estima delante de Dios”
— 1 Pedro 3:4
“Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos”
— 1 Pedro 3:5
“Como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza”
— 1 Pedro 3:6