Queridos hermanos y hermanas, nos reunimos hoy para reflexionar sobre el importante tema de juzgar a los demás, un asunto profundamente arraigado en nuestra fe y enseñanzas. La Biblia nos ofrece una profunda sabiduría sobre este tema, instándonos a abordarlo con humildad y compasión. Cuando pensamos en juzgar a los demás, primero debemos reconocer que solo Dios, en Su infinita sabiduría y amor, tiene la autoridad suprema para juzgar. Como humanos, somos falibles y limitados en nuestra comprensión.
En nuestra vida diaria, es fácil caer en la trampa de juzgar a los demás. Podemos ver las acciones de alguien y rápidamente formar una opinión basada en nuestras percepciones. Sin embargo, la Biblia nos enseña a ser cautelosos y a abstenernos de juzgar a los demás con dureza. Jesús mismo advirtió contra esto, recordándonos que la medida que usamos para juzgar a los demás se usará contra nosotros. Esto es un llamado a la introspección y la autoconciencia, alentándonos a examinar nuestros propios corazones antes de señalar a los demás.
Consideren la historia de la mujer sorprendida en adulterio. Los fariseos fueron rápidos en juzgar y condenarla, pero Jesús mostró misericordia y compasión. Él desafió a aquellos sin pecado a lanzar la primera piedra, enseñándonos una poderosa lección sobre el perdón y la gracia. Esta historia ejemplifica la importancia de mirar más allá de las apariencias externas y considerar las verdades más profundas del amor y la redención.
Como creyentes, nuestro papel no es juzgar sino amar y apoyar a los demás. Estamos llamados a ofrecer una mano amiga, a guiar con amabilidad y a perdonar como hemos sido perdonados. Cuando nos enfocamos en amar a nuestros vecinos y vivir en armonía, reflejamos el amor de Cristo en nuestras acciones.
Queridos amigos, esforcémonos por vivir según estos principios, abrazando el amor y la comprensión en lugar del juicio. Que difundamos este mensaje de compasión, y si encuentran estas palabras significativas, los animo a compartirlas con otros. Recordemos siempre acercarnos unos a otros con gracia y humildad.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia que hablan sobre juzgar a los demás.
“No juzguéis, para que no seáis juzgados”
— Mateo 7:1
“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”
— Romanos 14:13
“Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano juzga a su hermano, murmura de la ley juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez”
— Santiago 4:11
“No juzguéis, no seréis juzgados; no condenéis, no seréis condenados; perdonad, seréis perdonados”
— Lucas 6:37
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”
— Juan 7:24
“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo”
— Romanos 2:1
“Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?”
— Santiago 4:12
“Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, con la medida con que medís, os será medido”
— Mateo 7:2
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, manifestará las intenciones de los corazones; entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”
— 1 Corintios 4:5
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”
— Romanos 14:10
“Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
— 1 Samuel 16:7
“Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?”
— 1 Corintios 5:12
“Todo camino del hombre es recto en su propia opiniónPero Jehová pesa los corazones”
— Proverbios 21:2
“El que come, no menosprecie al que no come, el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido”
— Romanos 14:3
“¿por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”
— Mateo 7:3
“¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme”
— Romanos 14:4
“Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; la misericordia triunfa sobre el juicio”
— Santiago 2:13
“¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”
— Mateo 7:5
“No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo”
— Levítico 19:15
“Abre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso”
— Proverbios 31:9
“¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?”
— 1 Corintios 6:2
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”
— Gálatas 6:1
“Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados”
— 1 Corintios 11:31
“Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio”
— Mateo 12:36
“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”
— Efesios 4:29
“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
— Colosenses 3:13
“Porque la palabra de Dios es viva eficaz, más cortante que toda espada de dos filos; penetra hasta partir el alma el espíritu, las coyunturas los tuétanos, discierne los pensamientos las intenciones del corazón”
— Hebreos 4:12
“¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”
— Lucas 6:41
“Como insistieran en preguntarle, se enderezó les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”
— Juan 8:7
“Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta”
— Santiago 5:9
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“El hipócrita con la boca daña a su prójimoMas los justos son librados con la sabiduría”
— Proverbios 11:9
“Mejor es reprensión manifiestaQue amor oculto”
— Proverbios 27:5
“Que prediques la palabra; que instes a tiempo fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia doctrina”
— 2 Timoteo 4:2
“Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”
— Tito 3:2
“Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti”
— Eclesiastés 7:21
“Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad conforme a la verdad, haced misericordia piedad cada cual con su hermano”
— Zacarías 7:9
“Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día del enojo de Jehová”
— Sofonías 2:3
“Entonces os volveréis, discerniréis la diferencia entre el justo el malo, entre el que sirve a Dios el que no le sirve”
— Malaquías 3:18
“Cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían afligían”
— Jueces 2:18