Queridos hermanos y hermanas, al reunirnos para reflexionar sobre el profundo llamado de ayudar a los misioneros, recordemos el corazón de servicio que la Biblia nos anima a tener. Los misioneros dedican sus vidas a difundir las Buenas Nuevas de nuestro Señor Jesucristo. Viajan a lugares lejanos, enfrentando desafíos y adversidades, para compartir el mensaje de esperanza y salvación. Nuestro papel, queridos amigos, es apoyarlos en su misión.
La Escritura nos enseña la importancia de ayudar a aquellos que llevan el evangelio hasta los confines de la tierra. La iglesia primitiva dio ejemplo al proveer para aquellos que fueron enviados a predicar la Palabra. Así como Pablo recibió apoyo de los filipenses, nosotros también estamos llamados a ser una fuente de aliento y provisión. Dar generosamente de nuestros recursos, tiempo y oraciones puede hacer una diferencia significativa en la vida de los misioneros.
Consideremos la historia de Bernabé, un hombre conocido por su ánimo. Apoyó a Pablo en sus primeros esfuerzos ministeriales, mostrándonos lo vital que es elevar y respaldar a quienes están en el campo misionero. Nuestro apoyo puede manifestarse de muchas formas: ayuda financiera, apoyo moral o simplemente ofreciendo un oído atento. Al hacerlo, nos convertimos en socios en la misión, compartiendo la alegría de difundir el amor de Dios.
Además, la oración es una herramienta poderosa a nuestra disposición. Orar por la seguridad, fortaleza y éxito de los misioneros es un acto de amor y fe. Nos conecta con su labor y permite a Dios obrar poderosamente a través de sus esfuerzos. No subestimemos el impacto de nuestras oraciones.
Queridos amigos, mientras buscamos ayudar a los misioneros, dejémonos guiar por el amor y la compasión. Que nos inspiremos a tomar acción, sabiendo que nuestras contribuciones, por pequeñas que sean, son valiosas a los ojos del Señor. Si este mensaje resuena en ustedes, les animo a compartirlo con otros, para que todos podamos participar en apoyar esta noble causa.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre ayudar a los misioneros.
“Pues aun a Tesalónica me enviasteis una otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios”
— Filipenses 4:16-18
“Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje. Porque ellos salieron por amor del nombre de él, sin aceptar nada de los gentiles. Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad”
— 3 Juan 1:5-8
“¿cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas”
— Romanos 10:15
“Cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros”
— Romanos 15:24
“Ministrando estos al Señor, ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado orado, les impusieron las manos los despidieron”
— Hechos 13:2-3
“Por tanto, id, haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”
— Mateo 28:19-20
“Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”
— 1 Corintios 9:14
“El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye”
— Gálatas 6:6
“Cuando estaba entre vosotros tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, en todo me guardé me guardaré de seros gravoso”
— 2 Corintios 11:9
“Pues les pareció bueno, son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales”
— Romanos 15:27
“Por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora”
— Filipenses 1:5
“Ellos, pues, habiendo sido encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia Samaria, contando la conversión de los gentiles; causaban gran gozo a todos los hermanos”
— Hechos 15:3
“Pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos”
— 2 Corintios 8:4
“Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, por la liberalidad de vuestra contribución para ellos para todos”
— 2 Corintios 9:12-13
“Hermanos, orad por nosotros”
— 1 Tesalonicenses 5:25
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”
— Hechos 20:35
“De hacer bien de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”
— Hebreos 13:16
“Cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”
— Mateo 10:42
“Posad en aquella misma casa, comiendo bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa”
— Lucas 10:7
“Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; : Digno es el obrero de su salario”
— 1 Timoteo 5:18
“De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. habiendo llegado, reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles”
— Hechos 14:26-27
“Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, para que seamos librados de hombres perversos malos; porque no es de todos la fe”
— 2 Tesalonicenses 3:1-2
“Orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso”
— Colosenses 4:3
“Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano colaborador compañero de milicia, vuestro mensajero, ministrador de mis necesidades”
— Filipenses 2:25
“Podrá ser que me quede con vosotros, o aun pase el invierno, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir”
— 1 Corintios 16:6
“Bernabé Saulo, cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén, llevando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos”
— Hechos 12:25
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”
— 2 Corintios 9:7
“En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad”
— Filipenses 4:10
“Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad”
— Romanos 12:13
“A Zenas intérprete de la ley, a Apolos, encamínales con solicitud, de modo que nada les falte”
— Tito 3:13
“El que planta el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios”
— 1 Corintios 3:8-9
“Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía”
— Hechos 11:22
“Cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos”
— 2 Corintios 1:11
“Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, a mí mismo”
— Romanos 16:1-2
“Cumplidos aquellos días, salimos, acompañándonos todos, con sus mujeres hijos, hasta fuera de la ciudad; puestos de rodillas en la playa, oramos”
— Hechos 21:5
“Sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar recibir, sino vosotros solos”
— Filipenses 4:15
“Si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo. Por tanto, nadie le tenga en poco, sino encaminadle en paz, para que venga a mí, porque le espero con los hermanos”
— 1 Corintios 16:10-11
“Solo Lucas está conmigo. Toma a Marcos tráele contigo, porque me es útil para el ministerio”
— 2 Timoteo 4:11
“Queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, escribieron a los discípulos que le recibiesen; llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído”
— Hechos 18:27
“Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos completos en todo lo que Dios quiere”
— Colosenses 4:12
“Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia; que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad”
— 2 Corintios 8:1-2
“Cuando fue bautizada, su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, posad. nos obligó a quedarnos”
— Hechos 16:15
“Esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él”
— 1 Corintios 9:23
“Para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, que sea recreado juntamente con vosotros”
— Romanos 15:32
“En cuanto a Tito, es mi compañero colaborador para con vosotros; en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, gloria de Cristo”
— 2 Corintios 8:23
“Enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo Erasto, él se quedó por algún tiempo en Asia”
— Hechos 19:22
“Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo a Silas hasta Berea. ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos”
— Hechos 17:10
“Porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mí”
— Filipenses 2:30
“El que da semilla al que siembra, pan al que come, proveerá multiplicará vuestra sementera, aumentará los frutos de vuestra justicia”
— 2 Corintios 9:10
“Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio”
— Hechos 8:4
“Considerémonos unos a otros para estimularnos al amor a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”
— Hebreos 10:24-25
“Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíobreros a su mies”
— Mateo 9:37-38
“De esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno”
— Romanos 15:20
“En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas”
— 1 Corintios 16:1-2
“Después de anunciar el evangelio a aquella ciudad de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. constituyeron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído”
— Hechos 14:21-23
“Así que, cuando haya concluido esto, les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España”
— Romanos 15:28
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”
— 1 Corintios 15:58
“Reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, ellos a la circuncisión. Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer”
— Gálatas 2:9-10
“Enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros exhortaros respecto a vuestra fe”
— 1 Tesalonicenses 3:2
“Los envió a predicar el reino de Dios, a sanar a los enfermos”
— Lucas 9:2