Queridos amigos, hoy adentrémonos en el ámbito espiritual y exploremos el tema de los demonios, tal como se entiende a través de las enseñanzas de la Biblia. Las escrituras nos brindan una visión sobre la presencia y actividad de los demonios en el mundo. Estos seres, a menudo descritos como ángeles caídos, se oponen a Dios y buscan desviar a la humanidad. Es crucial entender su naturaleza e influencia para que podamos mantenernos firmes en nuestra fe.
Desde el principio, la Biblia nos muestra que los demonios son reales y están activos. Fueron creados por Dios como buenos, pero eligieron rebelarse contra Él, siguiendo al adversario, Satanás. Esta rebelión resultó en su caída de la gracia. A lo largo de las escrituras, vemos casos donde los demonios han intentado frustrar los planes de Dios y dañar a Su pueblo. Sin embargo, también se nos recuerda que finalmente son derrotados por el poder de Dios.
Un ejemplo claro es cuando Jesús se encontró con un hombre poseído por muchos demonios. Con autoridad, Jesús ordenó a los demonios salir del hombre, demostrando Su poder sobre ellos. Esta historia nos recuerda que, aunque los demonios son poderosos, no son más poderosos que nuestro Señor. Estamos llamados a confiar en Jesús, quien tiene victoria sobre todos los poderes del mal.
Queridos hermanos y hermanas, es importante estar conscientes de las tácticas de estas fuerzas espirituales. Los demonios a menudo trabajan a través del engaño, tratando de confundirnos y alejarnos de la verdad de Dios. Pueden infundir miedo, duda o tentación. Sin embargo, no estamos indefensos. La Biblia nos anima a ponernos toda la armadura de Dios, a orar y a mantenernos firmes en nuestra fe. Al hacerlo, resistimos al diablo y sus secuaces.
En nuestra vida diaria, mantengámonos vigilantes y en oración, buscando la guía y protección de Dios. Recuerden, queridos amigos, que no luchamos esta batalla solos. El Espíritu Santo nos empodera y nos guía en toda verdad.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre los demonios.
“Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino”
— Mateo 8:28
“Sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, echó fuera muchos demonios; no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían”
— Marcos 1:34
“Le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él”
— Lucas 8:30
“Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, no lo halla”
— Mateo 12:43
“Le preguntó: ¿Cómo te llamas? respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos”
— Marcos 5:9
“También salían demonios de muchos, dando voces diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo”
— Lucas 4:41
“Los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios”
— Marcos 3:11
“Los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos”
— Mateo 8:31
“Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”
— Hechos 19:15
“Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; aconteció que salido el demonio, el mudo habló; la gente se maravilló”
— Lucas 11:14
“Mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado”
— Mateo 9:32
“Cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo sordo, yo te mando, sal de él, no entres más en él”
— Marcos 9:25
“Mientras se acercaba el muchacho, el demonio le derribó le sacudió con violencia; pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, sanó al muchacho, se lo devolvió a su padre”
— Lucas 9:42
“Reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, este quedó sano desde aquella hora”
— Mateo 17:18
“La mujer era griega, sirofenicia de nación; le rogaba que echase fuera de su hija al demonio”
— Marcos 7:26
“Los que habían sido atormentados de espíritus inmundos eran sanados”
— Lucas 6:18
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia”
— Mateo 10:1
“Echaban fuera muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos, los sanaban”
— Marcos 6:13
“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre”
— Lucas 10:17
“He aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio”
— Mateo 15:22
“Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; muchos paralíticos cojos eran sanados”
— Hechos 8:7
“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, tiemblan”
— Santiago 2:19
“Pues son espíritus de demonios, que hacen señales, van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”
— Apocalipsis 16:14
“Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores a doctrinas de demonios”
— 1 Timoteo 4:1
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo”
— 1 Juan 4:1
“Se difundió su fama por toda Siria; le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades tormentos, los endemoniados, lunáticos paralíticos; los sanó”
— Mateo 4:24
“Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; se lo prohibimos, porque no nos seguía”
— Marcos 9:38
“Les dijo: Id, decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios hago curaciones hoy mañana, al tercer día termino mi obra”
— Lucas 13:32
“Predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, echaba fuera los demonios”
— Marcos 1:39
“Los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar”
— Apocalipsis 9:20
“Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, no a Dios; no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios”
— 1 Corintios 10:20
“Sacrificaron a los demonios, no a DiosA dioses que no habían conocidoA nuevos dioses venidos de cercaQue no habían temido vuestros padres”
— Deuteronomio 32:17
“Sacrificaron sus hijos sus hijas a los demonios”
— Salmos 106:37
“No es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”
— 2 Corintios 11:14
“El Espíritu de Jehová se apartó de Saúl, le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová”
— 1 Samuel 16:14
“No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios”
— Levítico 19:31
“Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas, la cabra salvaje gritará a su compañero; la lechuza también tendrá allí morada, hallará para sí reposo”
— Isaías 34:14
“En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, nunca más serán recordados; también haré cortar de la tierra a los profetas al espíritu de inmundicia”
— Zacarías 13:2
“Clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, se ha hecho habitación de demonios guarida de todo espíritu inmundo, albergue de toda ave inmunda aborrecible”
— Apocalipsis 18:2
“Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos”
— Mateo 8:16
“Vienen a Jesús, ven al que había sido atormentado del demonio, que había tenido la legión, sentado, vestido en su juicio cabal; tuvieron miedo”
— Marcos 5:15
“Los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; el hato se precipitó por un despeñadero al lago, se ahogó”
— Lucas 8:33
“Entonces va, toma consigo otros siete espíritus peores que él, entrados, moran allí; el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación”
— Mateo 12:45
“Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando”
— Hechos 16:16
“Entonces va, toma otros siete espíritus peores que él; entrados, moran allí; el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero”
— Lucas 11:26
“El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; los segadores son los ángeles”
— Mateo 13:39
“Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, que dio voces”
— Marcos 1:23
“Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz”
— Lucas 4:33
“Aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos atormentados de espíritus inmundos; todos eran sanados”
— Hechos 5:16
“Porque no tenemos lucha contra sangre carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”
— Efesios 6:12
“Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros?”
— Mateo 7:22
“Que tuviesen autoridad para sanar enfermedades para echar fuera demonios”
— Marcos 3:15
“Algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios”
— Lucas 8:2
“Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego mudo; le sanó, de tal manera que el ciego mudo veía hablaba”
— Mateo 12:22
“Le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos”
— Marcos 5:12
“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder autoridad sobre todos los demonios, para sanar enfermedades”
— Lucas 9:1
“Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios”
— Mateo 9:34
“Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas”
— Marcos 16:17
“Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes”
— Lucas 8:28
“Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, dicen: Demonio tiene”
— Mateo 11:18