Queridos hermanos y hermanas, al reunirnos para reflexionar sobre el nacimiento milagroso de Jesús, profundicemos en este evento profundo con reverencia y alegría. El nacimiento de Jesús no es solo un evento histórico, sino un momento divino que cambió el curso de la historia humana. Es una historia llena de asombro, humildad y propósito divino. Jesús, el Hijo de Dios, eligió entrar al mundo en el entorno más humilde, nacido de María y José en un sencillo pesebre. Este comienzo humilde nos recuerda la verdad profunda de que Dios a menudo obra a través de lo ordinario para lograr lo extraordinario.
El anuncio angélico a los pastores en los campos llena el cielo nocturno de gloria y habla de paz y buena voluntad para todos. Este mensaje de paz es una piedra angular de la fe cristiana, recordándonos que Jesús vino a traer reconciliación entre Dios y la humanidad. Los magos, sabios del Oriente, viajaron lejos para rendir homenaje al Rey recién nacido, guiados por una estrella. Su viaje de fe simboliza el llamado a buscar y adorar a Jesús, la luz del mundo.
En el nacimiento de Jesús, vemos el cumplimiento de antiguas profecías, afirmando la fidelidad de las promesas de Dios. El profeta Isaías habló de una virgen que daría a luz un hijo y lo llamaría Emanuel, que significa “Dios con nosotros”. Este nombre encapsula el corazón del mensaje navideño: la presencia de Dios con nosotros a través de Jesús. El nacimiento de Jesús no es solo una historia para contar, sino una realidad para vivir diariamente en nuestros corazones.
Queridos amigos, el nacimiento de Jesús nos invita a abrazar la esperanza, el amor y la redención. Nos llama a vivir a la luz de Su presencia y a compartir esta buena noticia con otros. Que podamos, como los pastores y los sabios, encontrar gozo y propósito al adorar al Rey de Reyes.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre el nacimiento de Jesús.
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo”
— Mateo 1:18
“Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”
— Lucas 2:11
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, dará a luz un hijo, llamará su nombre Emanuel”
— Isaías 7:14
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos”
— Mateo 2:1
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”
— Lucas 1:35
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”
— Miqueas 5:2
“Dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales, lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”
— Lucas 2:7
“Dará a luz un hijo, llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”
— Mateo 1:21
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Tú, Belén, de la tierra de JudáNo eres la más pequeña entre los príncipes de JudáPorque de ti saldrá un guiadorQue apacentará a mi pueblo Israel”
— Mateo 2:6
“Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”
— Lucas 2:12
“He aquí, una virgen concebirá dará a luz un hijoY llamarás su nombre Emanuelque traducido es: Dios con nosotros”
— Mateo 1:23
“Ahora, concebirás en tu vientre, darás a luz un hijo, llamarás su nombre JESÚS”
— Lucas 1:31
“Al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, postrándose, lo adoraron; abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso mirra”
— Mateo 2:11
“Convocados todos los principales sacerdotes, los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo”
— Mateo 2:4
“Vinieron, pues, apresuradamente, hallaron a María a José, al niño acostado en el pesebre”
— Lucas 2:16
“Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; le puso por nombre JESÚS”
— Mateo 1:25
“¡Gloria a Dios en las alturasY en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”
— Lucas 2:14
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”
— Isaías 9:6
“Diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, venimos a adorarle”
— Mateo 2:2
“Este será grande, será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David su padre”
— Lucas 1:32
“Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta”
— Mateo 2:5
“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado”
— Lucas 2:15
“Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño”
— Mateo 2:9
“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”
— Lucas 2:10
“Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, toda Jerusalén con él”
— Mateo 2:3
“Al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño”
— Lucas 2:17
“Pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”
— Mateo 1:20
“Repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, decían”
— Lucas 2:13
“Enviándolos a Belén, dijo: Id allá averiguad con diligencia acerca del niño; cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya le adore”
— Mateo 2:8
“Reinará sobre la casa de Jacob para siempre, su reino no tendrá fin”
— Lucas 1:33
“Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella”
— Mateo 2:7
“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón”
— Lucas 1:34
“Al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo”
— Mateo 2:10
“He aquí, se les presentó un ángel del Señor, la gloria del Señor los rodeó de resplandor; tuvieron gran temor”
— Lucas 2:9
“Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José dijo: Levántate toma al niño a su madre, huye a Egipto, permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo”
— Mateo 2:13
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios”
— Lucas 1:30
“Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”
— Mateo 2:12
“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. el ángel se fue de su presencia”
— Lucas 1:38
“Estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo”
— Mateo 2:15
“Todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían”
— Lucas 2:18
“Vino habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno”
— Mateo 2:23
“Porque nada hay imposible para Dios”
— Lucas 1:37
“Él, despertando, tomó de noche al niño a su madre, se fue a Egipto”
— Mateo 2:14
“He aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril”
— Lucas 1:36
“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos”
— Mateo 2:16
“Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre JESÚS, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido”
— Lucas 2:21
“Voz fue oída en RamáGrande lamentación, lloro gemidoRaquel que llora a sus hijosY no quiso ser consolada, porque perecieron”
— Mateo 2:18
“Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor”
— Lucas 2:22