Queridos hermanos y hermanas, la resurrección de Cristo es una piedra angular de nuestra fe, un evento divino que trae esperanza y salvación a todos los creyentes. Este evento milagroso no es solo una historia del pasado; es una verdad viviente que impacta nuestras vidas hoy. La resurrección afirma a Jesús como el Hijo de Dios, demostrando Su poder sobre la muerte y ofreciéndonos la promesa de la vida eterna.
Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, cumplió las profecías y promesas hechas a lo largo de las Escrituras. Su resurrección es un testimonio de Su naturaleza divina y Su victoria sobre el pecado y la muerte. Esta victoria no es solo para Él, sino que se comparte con todos los que creen en Él. Como creyentes, tenemos la certeza de que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos, nosotros también seremos resucitados a una nueva vida. Esta promesa de resurrección nos da esperanza y valor para enfrentar las pruebas y tribulaciones de este mundo.
Querido amigo, considera a los discípulos, quienes fueron transformados del miedo a la valentía después de presenciar al Cristo resucitado. Sus vidas cambiaron para siempre, y salieron a difundir la buena nueva de Su resurrección con fe inquebrantable. Esta transformación es un poderoso ejemplo de cómo la resurrección impacta a aquellos que creen. Nos muestra que, sin importar cuán graves puedan parecer nuestras circunstancias, el poder del Cristo resucitado puede traer nueva vida y esperanza.
La resurrección de Cristo también significa el comienzo de una nueva creación. A través de Su resurrección, Jesús inauguró una nueva era donde el pecado y la muerte ya no tienen la última palabra. Como seguidores de Cristo, estamos llamados a vivir a la luz de Su resurrección, abrazando la nueva vida que Él ofrece y compartiendo esta buena nueva con otros.
Queridos hermanos y hermanas, la resurrección de Cristo no es solo un evento para recordar; es una realidad para vivir. Mantengamos firmemente esta esperanza y compartámosla con el mundo, confiados en la promesa de la vida eterna a través de nuestro Señor resucitado.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia que hablan sobre la resurrección de Cristo.
“No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor”
— Mateo 28:6
“Mas él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron”
— Marcos 16:6
“No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea”
— Lucas 24:6
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“Cuando había dicho esto, se volvió, vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús”
— Juan 20:14
“Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella”
— Hechos 2:24
“Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él”
— Romanos 6:9
“Que fue sepultado, que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:4
“Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho”
— 1 Corintios 15:20
“Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio”
— 2 Timoteo 2:8
“Bendito el Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos”
— 1 Pedro 1:3
“El que vivo, estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. tengo las llaves de la muerte del Hades”
— Apocalipsis 1:18
“Id pronto decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho”
— Mateo 28:7
“Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios”
— Marcos 16:9
“Que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, ha aparecido a Simón”
— Lucas 24:34
“El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; vio quitada la piedra del sepulcro”
— Juan 20:1
“Matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos”
— Hechos 3:15
“El cual fue entregado por nuestras transgresiones, resucitado para nuestra justificación”
— Romanos 4:25
“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”
— 1 Corintios 15:22
“A fin de conocerle, el poder de su resurrección, la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte”
— Filipenses 3:10
“Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos”
— Colosenses 2:12
“Porque si creemos que Jesús murió resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él”
— 1 Tesalonicenses 4:14
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo”
— 1 Pedro 3:21
“He aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! ellas, acercándose, abrazaron sus pies, le adoraron”
— Mateo 28:9
“Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, les reprochó su incredulidad dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado”
— Marcos 16:14
“Entonces les fueron abiertos los ojos, le reconocieron; mas él se desapareció de su vista”
— Lucas 24:31
“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros”
— Juan 20:19
“Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, abundante gracia era sobre todos ellos”
— Hechos 4:33
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”
— Romanos 8:34
“Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?”
— 1 Corintios 15:12
“La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos sentándole a su diestra en los lugares celestiales”
— Efesios 1:20
“El Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno”
— Hebreos 13:20
“Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado”
— Mateo 28:16
“El Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, se sentó a la diestra de Dios”
— Marcos 16:19
“Les dijo: Así está escrito, así fue necesario que el Cristo padeciese, resucitase de los muertos al tercer día”
— Lucas 24:46
“Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, se puso en medio les dijo: Paz a vosotros”
— Juan 20:26
“A este levantó Dios al tercer día, hizo que se manifestase”
— Hechos 10:40
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
— Romanos 10:9
“Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder”
— 1 Corintios 6:14
“Sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, nos presentará juntamente con vosotros”
— 2 Corintios 4:14
“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”
— Colosenses 3:1
“Mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos le ha dado gloria, para que vuestra fe esperanza sean en Dios”
— 1 Pedro 1:21
“Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos”
— Juan 21:14