Queridos hermanos y hermanas, cuando hablamos de recompensas terrenales, recordamos las muchas enseñanzas que se encuentran en las Sagradas Escrituras sobre la naturaleza de las recompensas en esta vida y la vida venidera. Nuestro Señor Jesús a menudo habló sobre la condición del corazón y las intenciones detrás de nuestras acciones. Las recompensas terrenales, aunque tangibles y a menudo apreciadas, son temporales y efímeras. Sirven como un recordatorio de que la verdadera satisfacción no proviene de la riqueza material o el elogio humano, sino de una vida vivida de acuerdo con la voluntad de Dios.
La Biblia nos enseña sobre los peligros de buscar recompensas terrenales por sí mismas. Nos anima a enfocarnos en el crecimiento espiritual y los tesoros que nos esperan en el cielo. En una de sus enseñanzas, Jesús advierte contra practicar nuestra justicia ante otros para ser vistos por ellos. Enfatiza que aquellos que buscan el aplauso humano ya han recibido su recompensa completa.
Queridos amigos, la historia del joven rico es un ejemplo poderoso de cómo las posesiones terrenales pueden obstaculizar nuestro viaje espiritual. A pesar de su adhesión a los mandamientos, su apego a la riqueza le impidió seguir completamente a Cristo. Esta historia ilustra el desafío de elegir entre riquezas temporales y la vida eterna. Nos recuerda que el amor al dinero puede distraernos de nuestro verdadero propósito y llamado.
En contraste, se nos anima a acumular tesoros en el cielo, donde están seguros de la corrupción y el robo. Estas recompensas celestiales son el resultado de vivir una vida marcada por el amor, la bondad y el servicio a los demás. Cuando damos generosamente, oramos sinceramente y servimos desinteresadamente, alineamos nuestros corazones con los deseos de Dios. Las recompensas que recibimos pueden no ser siempre visibles o inmediatas, pero tienen un significado eterno.
Recordemos, queridos hermanos y hermanas, que nuestra recompensa última es el gozo de estar en la presencia de Dios. A medida que navegamos nuestro viaje terrenal, esforcémonos por vivir de una manera que le honre y refleje su amor al mundo. Al hacerlo, no solo enriquecemos nuestras propias vidas, sino que también impactamos las vidas de quienes nos rodean.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre las recompensas terrenales.
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla el orín corrompen, donde ladrones minan hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”
— Mateo 6:19-21
“Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”
— Colosenses 3:23-24
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, entonces pagará a cada uno conforme a sus obras”
— Mateo 16:27
“El que planta el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor”
— 1 Corintios 3:8
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, que es galardonador de los que le buscan”
— Hebreos 11:6
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos”
— Gálatas 6:9
“El cual pagará a cada uno conforme a sus obras”
— Romanos 2:6
“He aquí yo vengo pronto, mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra”
— Apocalipsis 22:12
“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”
— 2 Timoteo 4:8
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”
— 1 Corintios 15:58
“Su señor le dijo: Bien, buen siervo fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”
— Mateo 25:21
“El impío hace obra falsaMas el que siembra justicia tendrá galardón firme”
— Proverbios 11:18
“Dad, se os dará; medida buena, apretada, remecida rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”
— Lucas 6:38
“Cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”
— 1 Pedro 5:4
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”
— 1 Corintios 9:24-25
“Sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ese recibirá del Señor, sea siervo o sea libre”
— Efesios 6:8
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”
— Santiago 1:12
“Cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, heredará la vida eterna”
— Mateo 19:29
“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
— Filipenses 3:14
“Él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios, que no haya de recibir mucho más en este tiempo, en el siglo venidero la vida eterna”
— Lucas 18:29-30
“Gozaos alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”
— Mateo 5:12
“A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna”
— 1 Timoteo 6:17-19
“Riquezas, honra vidaSon la remuneración de la humildad del temor de Jehová”
— Proverbios 22:4
“Cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa”
— Mateo 10:42
“Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo”
— 2 Juan 1:8
“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón”
— Hebreos 10:35
“Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”
— Mateo 6:1
“A Jehová presta el que da al pobreY el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar”
— Proverbios 19:17
“Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justoCiertamente hay Dios que juzga en la tierra”
— Salmos 58:11
“He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, su paga delante de su rostro”
— Isaías 40:10
“Serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos”
— Lucas 14:14
“Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él”
— Colosenses 3:17
“El mal perseguirá a los pecadoresMas los justos serán premiados con el bien”
— Proverbios 13:21
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; el que siembra generosamente, generosamente también segará”
— 2 Corintios 9:6
“Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me glorí? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?”
— 1 Tesalonicenses 2:19
“No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, yo te daré la corona de la vida”
— Apocalipsis 2:10
“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?”
— Mateo 5:46
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, manifestará las intenciones de los corazones; entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”
— 1 Corintios 4:5
“Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”
— Jeremías 17:10
“Tuya, oh Señor, es la misericordiaPorque tú pagas a cada uno conforme a su obra”
— Salmos 62:12
“Su señor le dijo: Bien, buen siervo fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”
— Mateo 25:23
“El que siega recibe salario, recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega”
— Juan 4:36
“Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades”
— Lucas 19:17
“Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”
— Daniel 12:3
“Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduríaSi la hallares tendrás recompensaY al fin tu esperanza no será cortada”
— Proverbios 24:14
“Cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”
— Mateo 6:5
“Traed todos los diezmos al alfolí haya alimento en mi casa; probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”
— Malaquías 3:10
“No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta”
— Filipenses 4:17
“Para que sea tu limosna en secreto; tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”
— Mateo 6:4
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
— Romanos 8:18
“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana la tardía. Tened también vosotros paciencia, afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”
— Santiago 5:7-8
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”
— 2 Corintios 5:10
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”
— Mateo 25:34
“Para una herencia incorruptible, incontaminada inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros”
— 1 Pedro 1:4
“Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa”
— 1 Corintios 3:14
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorí”
— Efesios 2:8-9
“Gozaos en aquel día, alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los cielos; porque así hacían sus padres con los profetas”
— Lucas 6:23
“Si alguno me sirve, sígame; donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará”
— Juan 12:26
“Así, los primeros serán postreros, los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos”
— Mateo 20:16
“Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, para dar su vida en rescate por muchos”
— Mateo 20:26-28
“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”
— Mateo 6:2
“Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada”
— 1 Corintios 9:17
“Para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”
— Tito 3:7
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?”
— Lucas 16:10-12
“Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos”
— Mateo 18:4
“Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda”
— Romanos 4:4