Queridos hermanos y hermanas, hoy nos reunimos para reflexionar sobre la hermosa invitación de venir a Jesús. Este llamado no es solo una simple solicitud; es un profundo llamamiento que resuena a lo largo de las Escrituras, invitándonos a encontrar descanso, paz y salvación en Él. Jesús extiende Sus brazos a todos los que están cansados y cargados, prometiendo dar descanso a nuestras almas. Esta invitación es un testimonio de Su amor y compasión por la humanidad. Cuando venimos a Jesús, no solo nos acercamos a un maestro o un sanador; nos acercamos al Salvador del mundo que comprende todas nuestras necesidades y anhelos.
En la Biblia, vemos numerosos ejemplos de personas que vinieron a Jesús y encontraron transformación. Consideremos la historia de la mujer que tocó el borde de Su manto con fe y fue sanada. Su vida cambió porque se atrevió a acercarse a Él a pesar de sus miedos. O pensemos en Zaqueo, el recaudador de impuestos que subió a un árbol solo para ver a Jesús. Cuando Jesús lo llamó, Zaqueo lo recibió con alegría, y su vida nunca fue la misma. Estas historias nos recuerdan que sin importar nuestro pasado o presente, Jesús nos recibe con los brazos abiertos.
Querido amigo, venir a Jesús es un acto de fe y rendición. Significa confiarle nuestras vidas y creer que Él tiene el poder de cambiarnos desde adentro. Se trata de aceptar Su gracia y dejar que nos transforme. Cuando venimos a Él, encontramos perdón, sanación y un nuevo propósito. Somos invitados a una relación con Dios, donde podemos experimentar Su amor diariamente.
Al reflexionar sobre esta invitación, recordemos que Jesús siempre está cerca, listo para abrazarnos y guiarnos por el camino de la rectitud. Él es la luz en nuestra oscuridad, la esperanza en nuestra desesperación y la paz en nuestro tumulto. Acerquémonos a Él con corazones y mentes abiertas, sabiendo que en Él encontramos todo lo que necesitamos.
Queridos amigos, ahora veamos las Escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre ‘venir a Jesús’.
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“En el último gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí beba”
— Juan 7:37
“El Espíritu la Esposa dicen: Ven. el que oye, diga: Ven. el que tiene sed, venga; el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”
— Apocalipsis 22:17
“Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos”
— Mateo 19:14
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; al que a mí viene, no le echo fuera”
— Juan 6:37
“A todos los sedientos: Venid a las aguas; los que no tienen dinero, venid, comprad comed. Venid, comprad sin dinero sin precio, vino leche”
— Isaías 55:1
“Yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”
— Juan 12:32
“Les dijo: Venid en pos de mí, os haré pescadores de hombres”
— Mateo 4:19
“Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; entrará, saldrá, hallará pastos”
— Juan 10:9
“Id, pues, aprended lo que significa: Misericordia quiero, no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”
— Mateo 9:13
“Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, sígame”
— Lucas 9:23
“No queréis venir a mí para que tengáis vida”
— Juan 5:40
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, sígame”
— Mateo 16:24
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”
— Romanos 10:13
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
— Juan 1:12
“Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, serás salvo, tú tu casa”
— Hechos 16:31
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”
— Efesios 2:13
“Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”
— Hebreos 7:25
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
— Juan 8:12
“Por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”
— Colosenses 1:20
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
— Romanos 8:1
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
— Filipenses 4:13
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad”
— 1 Juan 1:9
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia hallar gracia para el oportuno socorro”
— Hebreos 4:16
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”
— Tito 2:11
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
— 2 Corintios 5:17
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
— Hechos 4:12
“Porque hay un solo Dios, un solo mediador entre Dios los hombres, Jesucristo hombre”
— 1 Timoteo 2:5
“Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; yo le resucitaré en el día postrero”
— Juan 6:44
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”
— Mateo 22:37
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”
— Juan 15:5
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”
— Juan 15:13
“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos”
— Mateo 10:32
“Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, para que creyendo, tengáis vida en su nombre”
— Juan 20:31
“Diciendo: El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, creed en el evangelio”
— Marcos 1:15
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”
— Hechos 2:21
“Acercaos a Dios, él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”
— Santiago 4:8
“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”
— 1 Juan 5:12
“Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios”
— Romanos 3:23
“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, a Jesucristo, a quien has enviado”
— Juan 17:3
“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”
— Mateo 18:20
“El ladrón no viene sino para hurtar matar destruir; yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”
— Juan 10:10
“Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”
— Lucas 5:31
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
— Juan 14:27
“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo”
— 1 Tesalonicenses 5:9
“En quien tenemos seguridad acceso con confianza por medio de la fe en él”
— Efesios 3:12
“Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, lavados los cuerpos con agua pura”
— Hebreos 10:22
“Pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte sacó a luz la vida la inmortalidad por el evangelio”
— 2 Timoteo 1:10
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”
— Juan 19:30
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“Todo aquel que viene a mí, oye mis palabras las hace, os indicaré a quién es semejante”
— Lucas 6:47
“Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna”
— Juan 6:68
“Pedid, se os dará; buscad, hallaréis; llamad, se os abrirá”
— Mateo 7:7
“Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”
— Juan 4:14