Queridos hermanos y hermanas, reflexionemos sobre la reconfortante verdad de que Dios conoce tu nombre. Este conocimiento es un testimonio profundo de Su relación íntima con cada uno de nosotros. En la inmensidad de la creación, con todas sus maravillas y misterios, nuestro Dios, que puso las estrellas en el cielo, nos conoce a cada uno personalmente. Él no es distante ni inaccesible. En cambio, es un Padre amoroso que nos llama por nuestro nombre, afirmando nuestro valor e identidad a Sus ojos.
Consideren la historia de Moisés, quien, a pesar de sus dudas y temores, fue llamado por Dios desde la zarza ardiente. Dios conocía a Moisés por su nombre y tenía un propósito específico para él. De manera similar, cuando el joven Samuel estaba acostado en el templo, Dios lo llamó por su nombre, revelándole un camino marcado para él. Estas historias nos recuerdan que incluso en nuestras propias vidas, el llamado de Dios es personal y específico.
Querido amigo, piensa en Jesús y Su encuentro con Zaqueo, el recaudador de impuestos. Jesús llamó a Zaqueo por su nombre, transformando su vida para siempre. Nos muestra que no importa nuestro pasado o la percepción que el mundo tenga de nosotros, Dios nos ve como realmente somos y nos conoce íntimamente. Él reconoce nuestras luchas, alegrías y sueños y nos invita a una relación donde somos conocidos y amados.
El conocimiento de que Dios conoce nuestro nombre es una fuente de esperanza y fortaleza. En momentos de duda o miedo, recuerda que el Creador del universo te conoce personalmente. Él tiene un plan para tu vida y desea una relación profunda y significativa contigo. Abraza esta verdad y deja que te guíe en tu camino de fe.
Queridos amigos, si este mensaje resuena con ustedes, los animo a compartirlo con otros que puedan necesitar esta seguridad. Ahora, veamos las Escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre Dios conociendo tu nombre.
“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú”
— Isaías 43:1
“A este abre el portero, las ovejas oyen su voz; a sus ovejas llama por nombre, las saca”
— Juan 10:3
“Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, te he conocido por tu nombre”
— Éxodo 33:17
“Oh Jehová, tú me has examinado conocido”
— Salmos 139:1
“Tú has conocido mi sentarme mi levantarmeHas entendido desde lejos mis pensamientos”
— Salmos 139:2
“Has escudriñado mi andar mi reposoY todos mis caminos te son conocidos”
— Salmos 139:3
“Pues aún no está la palabra en mi lenguaY he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda”
— Salmos 139:4
“Mi embrión vieron tus ojosY en tu libro estaban escritas todas aquellas cosasQue fueron luego formadasSin faltar una de ellas”
— Salmos 139:16
“Antes que te formase en el vientre te conocí, antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”
— Jeremías 1:5
“Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos”
— Lucas 12:7
“He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros”
— Isaías 49:16
“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; : Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”
— 2 Timoteo 2:19
“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraréLe pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre”
— Salmos 91:14
“Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi”
— Juan 1:48
“Yo soy el buen pastor; conozco mis ovejas, las mías me conocen”
— Juan 10:14
“Mis ovejas oyen mi voz, yo las conozco, me siguen”
— Juan 10:27
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”
— Jeremías 29:11
“Porque tú formaste mis entrañasTú me hiciste en el vientre de mi madre”
— Salmos 139:13
“Pues aun vuestros cabellos están todos contados”
— Mateo 10:30
“Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, no calles”
— Hechos 18:9
“Porque yo estoy contigo, ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad”
— Hechos 18:10
“El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, le daré una piedrecita blanca, en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”
— Apocalipsis 2:17
“Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá”
— Éxodo 31:2
“Lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría en inteligencia, en ciencia en todo arte”
— Éxodo 31:3
“Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?”
— Génesis 16:13
“No se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes”
— Génesis 17:5
“Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre”
— Génesis 17:15
“Entonces dijo: De cierto volveré a ti; según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él”
— Génesis 18:10
“¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo”
— Génesis 18:14
“El varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios con los hombres, has vencido”
— Génesis 32:28
“Le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre; llamó su nombre Israel”
— Génesis 35:10
“Habló Dios a Israel en visiones de noche, dijo: Jacob, Jacob. él respondió: Heme aquí”
— Génesis 46:2
“Jehová llamó a Samuel; él respondió: Heme aquí”
— 1 Samuel 3:4
“Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. levantándose Samuel, vino a Elí dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve acuéstate”
— 1 Samuel 3:6
“Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. él se levantó vino a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven”
— 1 Samuel 3:8
“Vino Jehová se paró, llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye”
— 1 Samuel 3:10
“Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia”
— Génesis 21:12
“Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, dijo: ¡Moisés, Moisés! él respondió: Heme aquí”
— Éxodo 3:4
“Dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, has hallado también gracia en mis ojos”
— Éxodo 33:12
“Te daré los tesoros escondidos, los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”
— Isaías 45:3
“Oídme, costas, escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria”
— Isaías 49:1
“Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios”
— Isaías 50:4
“Antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído”
— Isaías 65:24
“¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre”
— Mateo 10:29
“Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos”
— Mateo 10:31
“Le trajo a Jesús. mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro)”
— Juan 1:42
“Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro)”
— Juan 20:16
“Cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
— Hechos 9:4
“Él dijo: ¿Quién eres, Señor? le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón”
— Hechos 9:5
“No hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”
— Hebreos 4:13
“Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él”
— 1 Corintios 8:3
“Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar?”
— Gálatas 4:9
“Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a estas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida”
— Filipenses 4:3
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
— 1 Pedro 5:7
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”
— 1 Juan 3:1
“Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”
— Romanos 8:29
“A los que predestinó, a estos también llamó; a los que llamó, a estos también justificó; a los que justificó, a estos también glorificó”
— Romanos 8:30
“Seré para vosotros por PadreY vosotros me seréis hijos hijas, dice el Señor Todopoderoso”
— 2 Corintios 6:18
“Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos sin mancha delante de él”
— Efesios 1:4
“En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”
— Efesios 1:5
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”
— Efesios 2:10
“De conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”
— Efesios 3:19