Queridos hermanos y hermanas, hoy exploramos un tema que toca el corazón de la familia y la fe: dejar a los padres. Este tema está entretejido en la narrativa divina, llamándonos a reflexionar sobre el camino de crecer, encontrar independencia y establecer nuevos caminos mientras honramos las raíces de las que venimos.
En las Sagradas Escrituras, encontramos sabiduría que nos guía sobre cómo equilibrar el respeto a nuestros padres con el llamado a crear nuestras propias familias. Desde el principio, es evidente que dejar a los padres es parte del plan de Dios para establecer nuevos hogares. Esto no es solo una partida física, sino también una transición espiritual y emocional. Es un paso que requiere coraje, fe y comprensión.
Consideremos la historia de Abraham, un hombre fiel que dejó la casa de su padre para seguir la promesa de Dios. Emprendió un viaje no solo por su propio bien, sino para cumplir un propósito mayor. Esto nos enseña que dejar el hogar puede ser parte de caminar en fe, confiando en el plan de Dios para nuestras vidas.
Además, Jesús habló sobre la importancia de dejar a los padres para unirse con el cónyuge. Esta instrucción subraya la santidad del matrimonio y la nueva unidad familiar que crea. Es un recordatorio de que, aunque honramos a nuestros padres, también estamos llamados a establecer nuestros propios hogares, arraigados en el amor y el compromiso.
Sin embargo, queridos amigos, dejar no significa abandonar. La Biblia nos recuerda honrar a nuestro padre y madre, ya que este mandamiento tiene la promesa de larga vida y bendición. Honrar a los padres implica mantener respeto, amor y gratitud, incluso mientras asumimos nuevos roles y responsabilidades.
Mientras navegamos por este camino, busquemos sabiduría y fortaleza divinas. Que siempre actuemos con amor y respeto, reconociendo los sacrificios de nuestros padres mientras abrazamos los nuevos capítulos que Dios ha escrito para nosotros.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre dejar a los padres.
“Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne”
— Génesis 2:24
“Dijo: Por esto el hombre dejará padre madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne?”
— Mateo 19:5
“Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne”
— Efesios 5:31
“Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer”
— Marcos 10:7
“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra de tu parentela, de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”
— Génesis 12:1
“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios mi Dios”
— Rut 1:16
“Oye, hija, mira, inclina tu oídoOlvida tu pueblo, la casa de tu padre”
— Salmos 45:10
“Si alguno viene a mí, no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas, aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”
— Lucas 14:26
“El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”
— Mateo 10:37
“Esforzaos cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”
— Deuteronomio 31:6
“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”
— Proverbios 18:22
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido”
— 1 Corintios 7:10
“Si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”
— 1 Corintios 7:11
“Les dijo: Venid en pos de mí, os haré pescadores de hombres”
— Mateo 4:19
“No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos”
— Mateo 23:9
“Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”
— Colosenses 3:20
“Honra a tu padre a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”
— Éxodo 20:12
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo”
— Efesios 6:1
“Oye, hijo mío, la instrucción de tu padreY no desprecies la dirección de tu madre”
— Proverbios 1:8
“Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padreY no dejes la enseñanza de tu madre”
— Proverbios 6:20
“Que Jacob había obedecido a su padre a su madre, se había ido a Padan-aram”
— Génesis 28:7
“Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca madre de Jacob de Esaú”
— Génesis 28:5
“Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero entierre a mi padre”
— Mateo 8:21
“Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”
— Mateo 8:22
“Dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya entierre a mi padre”
— Lucas 9:59
“Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve, anuncia el reino de Dios”
— Lucas 9:60
“Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre a mi madre, luego te seguiré. él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?”
— 1 Reyes 19:20
“Se volvió, tomó un par de bueyes los mató, con el arado de los bueyes coció la carne, la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó fue tras Elías, le servía”
— 1 Reyes 19:21
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
— 2 Corintios 5:17
“Él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino de Dios”
— Lucas 18:29
“Que no haya de recibir mucho más en este tiempo, en el siglo venidero la vida eterna”
— Lucas 18:30
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; salió sin saber a dónde iba”
— Hebreos 11:8
“Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac Jacob, coherederos de la misma promesa”
— Hebreos 11:9
“Todos los que habían creído estaban juntos, tenían en común todas las cosas”
— Hechos 2:44
“Vendían sus propiedades sus bienes, lo repartían a todos según la necesidad de cada uno”
— Hechos 2:45
“Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, extendiéndome a lo que está delante”
— Filipenses 3:13
“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”
— Filipenses 3:14
“Llamaron a Rebeca, le dijeron: ¿Irás tú con este varón? ella respondió: Sí, iré”
— Génesis 24:58
“Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, a su nodriza, al criado de Abraham a sus hombres”
— Génesis 24:59
“Instruye al niño en su caminoY aun cuando fuere viejo no se apartará de él”
— Proverbios 22:6
“Todo tiene su tiempo, todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”
— Eclesiastés 3:1
“Tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar lo plantado”
— Eclesiastés 3:2
“Tiempo de matar, tiempo de curar; tiempo de destruir, tiempo de edificar”
— Eclesiastés 3:3
“Tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de endechar, tiempo de bailar”
— Eclesiastés 3:4
“Tiempo de esparcir piedras, tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, tiempo de abstenerse de abrazar”
— Eclesiastés 3:5
“Tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar”
— Eclesiastés 3:6
“Tiempo de romper, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar”
— Eclesiastés 3:7
“Tiempo de amar, tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, tiempo de paz”
— Eclesiastés 3:8
“¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?”
— Eclesiastés 3:9
“Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él”
— Eclesiastés 3:10
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”
— Eclesiastés 3:11
“Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, hacer bien en su vida”
— Eclesiastés 3:12
“También que es don de Dios que todo hombre coma beba, goce el bien de toda su labor”
— Eclesiastés 3:13
“He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres”
— Eclesiastés 3:14
“Aquello que fue, ya es; lo que ha de ser, fue ya; Dios restaura lo que pasó”
— Eclesiastés 3:15
“Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; en lugar de la justicia, allí iniquidad”
— Eclesiastés 3:16
“Dije yo en mi corazón: Al justo al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere para todo lo que se hace”
— Eclesiastés 3:17
“Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que Dios los pruebe, para que vean que ellos mismos son semejantes a las bestias”
— Eclesiastés 3:18
“Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad”
— Eclesiastés 3:19