Queridos hermanos y hermanas, adentrémonos en el profundo tema del castigo por adulterio tal como se presenta en la Biblia. El adulterio es un grave pecado que ha sido condenado a lo largo de los siglos. Las sagradas escrituras establecen serias consecuencias para quienes cometen tales actos. En la Biblia, el adulterio no solo se ve como una traición al cónyuge, sino como una ofensa contra el santo pacto de matrimonio de Dios.
El Antiguo Testamento ofrece una guía clara sobre este asunto. En el antiguo Israel, el adulterio se consideraba un delito capital, reflejando la seriedad con la que la comunidad veía este pecado. Este estricto castigo tenía la intención de mantener la santidad y pureza de la familia, que es la piedra angular de la sociedad. La ley servía como un disuasivo, enfatizando la importancia de la fidelidad y la confianza dentro del matrimonio.
En el Nuevo Testamento, aunque el castigo físico por adulterio no se enfatiza, las implicaciones espirituales y morales son profundas. Jesús enseñó el perdón y la redención, pero no dejó de condenar el pecado. Cuando se enfrentó con la mujer sorprendida en adulterio, Jesús instó a aquellos sin pecado a lanzar la primera piedra, destacando la importancia de la misericordia y la introspección. Sin embargo, también instruyó a la mujer a “ve y no peques más”, señalando la necesidad de arrepentimiento y transformación.
La Biblia también proporciona ejemplos de las consecuencias del adulterio a través de las vidas de sus personajes. El rey David, un hombre conforme al corazón de Dios, enfrentó severas consecuencias por su adulterio con Betsabé. Aunque se arrepintió y fue perdonado, sus acciones llevaron al caos dentro de su familia y reino, ilustrando que el pecado a menudo trae tristeza y conflicto.
Queridos amigos, la Biblia nos enseña que aunque Dios es justo, también es misericordioso y perdonador. El adulterio es un pecado serio, pero a través del sincero arrepentimiento y la fe en Cristo, uno puede encontrar redención. Aferrémonos a las enseñanzas del Señor, valorando la sacralidad del matrimonio y esforzándonos por vivir en rectitud.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre el castigo por adulterio.
“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero la adúltera indefectiblemente serán muertos”
— Levítico 20:10
“Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, la mujer también; así quitarás el mal de Israel”
— Deuteronomio 22:22
“Le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?”
— Juan 8:4-5
“Mas el que comete adulterio es falto de entendimientoCorrompe su alma el que tal haceHeridas vergüenza hallarásu afrenta nunca será borrada”
— Proverbios 6:32-33
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
— Mateo 5:27-28
“Porque los labios de la mujer extraña destilan mielY su paladar es más blando que el aceiteMas su fin es amargo como el ajenjoAgudo como espada de dos filosSus pies descienden a la muerteSus pasos conducen al Seol”
— Proverbios 5:3-5
“Porque hicieron maldad en Israel, cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos, falsamente hablaron en mi nombre palabra que no les mandé; lo cual yo sé testifico, dice Jehová”
— Jeremías 29:23
“Yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, de las que derraman sangre; traeré sobre ti sangre de ira de celos”
— Ezequiel 16:38
“Por tanto, hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, sangre hay en sus manosPor lo que así ha dicho Jehová el Señor: Yo haré subir contra ellas tropas, las entregaré a turbación a rapiña, las turbas las apedrearán, las atravesarán con sus espadas; matarán a sus hijos a sus hijas, sus casas consumirán con fuego”
— Ezequiel 23:45-47
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”
— 1 Corintios 6:9-10
“Sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho se paseaba sobre el terrado de la casa real; vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. Envió David a preguntar por aquella mujer, le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. envió David mensajeros, la tomó; vino a él, él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, se volvió a su casa. concibió la mujer, envió a hacerlo saber a David, diciendo: Estoy encinta”
— 2 Samuel 11:2-5
“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios”
— 1 Tesalonicenses 4:3-5
“No se aparte tu corazón a sus caminosNo yerres en sus veredasPorque a muchos ha hecho caer heridosY aun los más fuertes han sido muertos por ellaCamino al Seol es su casaQue conduce a las cámaras de la muerte”
— Proverbios 7:25-27
“Perjurar, mentir, matar, hurtar adulterar prevalecen, homicidio tras homicidio se suceden”
— Oseas 4:2
“No cometerás adulterio”
— Éxodo 20:14
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”
— Romanos 7:2-3
“Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”
— Mateo 19:9
“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella; si la mujer repudia a su marido se casa con otro, comete adulterio”
— Marcos 10:11-12
“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”
— Lucas 16:18
“Vendré a vosotros para juicio; seré pronto testigo contra los hechiceros adúlteros, contra los que juran mentira, los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda al huérfano, los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos”
— Malaquías 3:5
“El ojo del adúltero está aguardando la nocheDiciendo: No me verá nadieY esconde su rostro”
— Job 24:15
“Como caballos bien alimentados, cada cual relinchaba tras la mujer de su prójimo. ¿No había de castigar esto? dijo Jehová. De una nación como esta, ¿no se había de vengar mi alma?”
— Jeremías 5:8-9
“También Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel diles: Si la mujer de alguno se descarriare, le fuere infiel, alguno cohabitare con ella, su marido no lo hubiese visto por haberse ella amancillado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido sorprendida en el acto; si viniere sobre él espíritu de celos, tuviere celos de su mujer, habiéndose ella amancillado; o viniere sobre él espíritu de celos, tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella amancillado; entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, con ella traerá su ofrenda, la décima parte de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda recordativa, que trae a la memoria el pecadoY el sacerdote hará que ella se acerque se ponga delante de Jehová. Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, lo echará en el agua. hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, descubrirá la cabeza de la mujer, pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición. el sacerdote la conjurará le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición; mas si te has descarriado de tu marido te has amancillado, ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, dirá a la mujer): Jehová te haga maldición execración en medio de tu pueblo, haciendo Jehová que tu muslo caiga que tu vientre se hinche; estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, hagan hinchar tu vientre caer tu muslo. la mujer dirá: Amén, aménEl sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, las borrará con las aguas amargas; dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar. Después el sacerdote tomará de la mano de la mujer la ofrenda de los celos, la mecerá delante de Jehová, la ofrecerá delante del altar. tomará el sacerdote un puñado de la ofrenda en memoria de ella, lo quemará sobre el altar, después dará a beber las aguas a la mujer. Le dará, pues, a beber las aguas; si fuere inmunda hubiere sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar, su vientre se hinchará caerá su muslo; la mujer será maldición en medio de su pueblo. Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, será fecundaEsta es la ley de los celos, cuando la mujer cometiere infidelidad contra su marido, se amancillare; o del marido sobre el cual pasare espíritu de celos, tuviere celos de su mujer; la presentará entonces delante de Jehová, el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley. El hombre será libre de iniquidad, la mujer llevará su pecado”
— Números 5:11-31
“Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, son hijos de maldición”
— 2 Pedro 2:14
“Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”
— Gálatas 5:19-21
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”
— 1 Corintios 6:18
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos avaricia, que es idolatría”
— Colosenses 3:5
“Serás librado de la mujer extrañaDe la ajena que halaga con sus palabrasLa cual abandona al compañero de su juventudY se olvida del pacto de su DiosPor lo cual su casa está inclinada a la muerteY sus veredas hacia los muertosTodos los que a ella se lleguen, no volveránNi seguirán otra vez los senderos de la vida”
— Proverbios 2:16-19
“Mas vosotros llegaos acá, hijos de la hechicera, generación del adúltero de la fornicaria. ¿De quién os habéis burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, generación mentirosa, que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol frondoso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos?”
— Isaías 57:3-5
“Acontecerá que al fin de los setenta años visitará Jehová a Tiro; volverá a comerciar, otra vez fornicará con todos los reinos del mundo sobre la faz de la tierra”
— Isaías 23:17
“Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que se haya leudado”
— Oseas 7:4
“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”
— Santiago 4:4
“He aquí, yo la arrojo en cama, en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella”
— Apocalipsis 2:22
“Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, contaminan al hombre”
— Marcos 7:21-23
“Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, cayeron en un día veintitrés mil”
— 1 Corintios 10:8
“Sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado de sangre”
— Hechos 15:20
“Pero fornicación toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos”
— Efesios 5:3
“Como Sodoma Gomorra las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”
— Judas 1:7
“Pero los cobardes incrédulos, los abominables homicidas, los fornicarios hechiceros, los idólatras todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego azufre, que es la muerte segunda”
— Apocalipsis 21:8