Queridos hermanos y hermanas, hoy profundizamos en los importantes temas del divorcio y el adulterio. Estos son asuntos delicados que han sido abordados con claridad y sabiduría en las escrituras. La Biblia nos habla sobre la santidad del matrimonio y el compromiso que conlleva. El matrimonio no es solo un contrato, sino un pacto sagrado ante Dios. Está destinado a ser una unión de por vida entre un hombre y una mujer.
La Biblia nos enseña que el adulterio es un pecado grave. Rompe la confianza y el vínculo del matrimonio, llevando al dolor y al sufrimiento. El adulterio es una traición que Dios no toma a la ligera. Jesús mismo habló sobre esto, enfatizando la importancia de la fidelidad y la pureza de corazón y mente. Enseñó que incluso mirar a alguien con intención lujuriosa es parecido a cometer adulterio en el corazón de uno.
En el caso del divorcio, las escrituras reconocen los desafíos y la ruptura que pueden llevar a él. Aunque el diseño original de Dios para el matrimonio era que fuera inquebrantable, Él entiende la fragilidad humana. En algunos casos, como la infidelidad conyugal, el divorcio está permitido. Sin embargo, incluso en tales situaciones, se debe buscar la reconciliación y el perdón si es posible. Dios es un Dios de segundas oportunidades, y Él desea sanación y restauración para Su pueblo.
A lo largo de la Biblia, vemos ejemplos que destacan estas enseñanzas. El rey David, por ejemplo, enfrentó las consecuencias del adulterio con Betsabé. Su historia es un recordatorio de la misericordia de Dios y la posibilidad de redención, incluso después de un pecado grave. De manera similar, el matrimonio de Oseas con Gomer es una poderosa ilustración del amor constante y el perdón de Dios.
Querido amigo, al reflexionar sobre estas enseñanzas, que nos esforcemos por mantener la santidad del matrimonio y permanecer fieles a nuestros compromisos. Recordemos también que la gracia de Dios cubre una multitud de pecados, y Él siempre está dispuesto a perdonar y restaurar a aquellos que se vuelven a Él con un corazón arrepentido.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre el divorcio y el adulterio.
“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”
— Mateo 5:32
“Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”
— Mateo 19:9
“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella”
— Marcos 10:11
“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”
— Lucas 16:18
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido”
— Romanos 7:2
“Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”
— Romanos 7:3
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido”
— 1 Corintios 7:10
“Si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”
— 1 Corintios 7:11
“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”
— 1 Corintios 7:39
“Cuando alguno tomare mujer se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, se la entregará en su mano, la despedirá de su casa”
— Deuteronomio 24:1
“Salida de su casa, podrá ir casarse con otro hombre”
— Deuteronomio 24:2
“Pero si la aborreciere este último, le escribiere carta de divorcio, se la entregare en su mano, la despidiere de su casa; o si hubiere muerto el postrer hombre que la tomó por mujer”
— Deuteronomio 24:3
“No podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su mujer, después que fue envilecida; porque es abominación delante de Jehová, no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad”
— Deuteronomio 24:4
“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”
— Malaquías 2:16
“No cometerás adulterio”
— Éxodo 20:14
“Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero la adúltera indefectiblemente serán muertos”
— Levítico 20:10
“Mas el que comete adulterio es falto de entendimientoCorrompe su alma el que tal hace”
— Proverbios 6:32
“Dicen: Si alguno dejare a su mujer, éndose esta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová”
— Jeremías 3:1
“Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella fornicó”
— Jeremías 3:8
“Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, sus adulterios de entre sus pechos”
— Oseas 2:2
“Seguirá a sus amantes, no los alcanzará; los buscará, no los hallará. Entonces dirá: Iré me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora”
— Oseas 2:7
“Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”
— Mateo 5:28
“Le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio”
— Juan 8:4
“En la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?”
— Juan 8:5
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”
— 1 Corintios 6:9
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”
— 1 Corintios 6:18
“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Mateo 19:6
“Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así”
— Mateo 19:8
“Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Marcos 10:9
“Si la mujer repudia a su marido se casa con otro, comete adulterio”
— Marcos 10:12
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“Sea bendito tu manantialY alégrate con la mujer de tu juventud”
— Proverbios 5:18
“Por esto dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, los dos serán una sola carne”
— Efesios 5:31
“Por tanto, dejará el hombre a su padre a su madre, se unirá a su mujer, serán una sola carne”
— Génesis 2:24
“También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio”
— Mateo 5:31
“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?”
— Mateo 19:3
“Se acercaron los fariseos le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar a su mujer”
— Marcos 10:2
“Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre a tu madre”
— Lucas 18:20
“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”
— 1 Timoteo 3:2
“El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía”
— Tito 1:6
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas”
— 1 Pedro 3:1
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”
— 1 Pedro 3:7
“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor”
— Efesios 5:22
“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, él es su Salvador”
— Efesios 5:23
“Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo”
— Efesios 5:24
“Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor”
— Colosenses 3:18
“Maridos, amad a vuestras mujeres, no seáis ásperos con ellas”
— Colosenses 3:19
“Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, la mujer de tu pacto”
— Malaquías 2:14
“¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud”
— Malaquías 2:15
“A los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, ella consiente en vivir con él, no la abandone”
— 1 Corintios 7:12
“Si una mujer tiene marido que no sea creyente, él consiente en vivir con ella, no lo abandone”
— 1 Corintios 7:13
“Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos”
— 1 Corintios 7:14
“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”
— 1 Corintios 7:15
“Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?”
— 1 Corintios 7:16
“Hice pacto con mis ojos¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?”
— Job 31:1
“El que halla esposa halla el bienY alcanza la benevolencia de Jehová”
— Proverbios 18:22
“Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, en tu trabajo con que te afanas debajo del sol”
— Eclesiastés 9:9
“Mi amado es mío, yo suyaÉl apacienta entre lirios”
— Cantares 2:16
“Yo soy de mi amado, mi amado es míoÉl apacienta entre los lirios”
— Cantares 6:3