Queridos hermanos y hermanas, hoy profundizamos en los temas profundos del divorcio y el perdón. Estos temas están profundamente entrelazados en el tejido de nuestras vidas y pueden traer tanto dolor como sanación. Al explorar lo que la Biblia nos enseña sobre estos asuntos, abramos nuestros corazones a la sabiduría y el entendimiento divinos.
El divorcio es una experiencia compleja y a menudo dolorosa. En la Biblia, vemos que el matrimonio es una unión sagrada, destinada por Dios a ser un pacto de por vida. Sin embargo, debido a la dureza de los corazones humanos, el divorcio a veces ha sido permitido. Querido amigo, es importante abordar este tema con compasión y gracia, sabiendo que cada situación es única y profundamente personal. Recordamos que Dios siempre está cerca de los quebrantados de corazón y ofrece Su consuelo y guía.
El perdón, por otro lado, es una piedra angular de nuestra fe. Jesús nos enseñó a perdonar a los demás como hemos sido perdonados. Este acto de liberar la amargura y el resentimiento no es fácil, pero es necesario para la sanación y la paz. El perdón no significa olvidar las ofensas, sino elegir dejar ir el control que tienen sobre nosotros. Es un regalo que nos damos a nosotros mismos y a los demás, reflejando el amor y la misericordia de nuestro Salvador.
En las escrituras, encontramos ejemplos de perdón que nos inspiran. Una de esas historias es la de José, quien perdonó a sus hermanos por su traición. A pesar del dolor que le causaron, eligió la reconciliación sobre la venganza. Esta historia nos recuerda que el perdón puede restaurar las relaciones y cumplir el propósito mayor de Dios en nuestras vidas.
Al reflexionar sobre el divorcio y el perdón, busquemos la sabiduría y la fuerza de Dios. Que abordemos estos temas con humildad y amor, ofreciendo apoyo y comprensión a aquellos que están navegando por estos caminos desafiantes. Recuerden, queridos hermanos y hermanas, que el perdón es un viaje, y Dios camina junto a nosotros en cada paso del camino.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre ‘divorcio y perdón’.
“Yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada, adultera”
— Mateo 19:9
“Les dijo: Cualquiera que repudia a su mujer se casa con otra, comete adulterio contra ella”
— Marcos 10:11
“Todo el que repudia a su mujer, se casa con otra, adultera; el que se casa con la repudiada del marido, adultera”
— Lucas 16:18
“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido”
— 1 Corintios 7:10
“Si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; que el marido no abandone a su mujer”
— 1 Corintios 7:11
“Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; el que se casa con la repudiada, comete adulterio”
— Mateo 5:32
“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, no seáis desleales”
— Malaquías 2:16
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32
“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
— Colosenses 3:13
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial”
— Mateo 6:14
“Entonces se le acercó Pedro le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?”
— Mateo 18:21
“Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete”
— Mateo 18:22
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad”
— 1 Juan 1:9
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, oraren, buscaren mi rostro, se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados, sanaré su tierra”
— 2 Crónicas 7:14
“No juzguéis, no seréis juzgados; no condenéis, no seréis condenados; perdonad, seréis perdonados”
— Lucas 6:37
“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”
— Romanos 12:19
“Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza”
— Romanos 12:20
“El que cubre la falta busca amistadMas el que la divulga, aparta al amigo”
— Proverbios 17:9
“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, no me acordaré de tus pecados”
— Isaías 43:25
“Porque seré propicio a sus injusticiasY nunca más me acordaré de sus pecados de sus iniquidades”
— Hebreos 8:12
“¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia”
— Miqueas 7:18
“Cuanto está lejos el oriente del occidenteHizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”
— Salmos 103:12
“También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio”
— Mateo 5:31
“Cuando alguno tomare mujer se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, se la entregará en su mano, la despedirá de su casa”
— Deuteronomio 24:1
“Dicen: Si alguno dejare a su mujer, éndose esta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová”
— Jeremías 3:1
“Cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas”
— Marcos 11:25
“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”
— Mateo 18:35
“Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; si se arrepintiere, perdónale”
— Lucas 17:3
“Si siete veces al día pecare contra ti, siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale”
— Lucas 17:4
“Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados”
— 1 Pedro 4:8
“El odio despierta rencillasPero el amor cubrirá todas las faltas”
— Proverbios 10:12
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”
— Santiago 5:16
“Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”
— Mateo 19:6
“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”
— Romanos 12:21
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo”
— Efesios 4:26
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”
— Gálatas 6:1
“Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, no peques más”
— Juan 8:11
“El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece”
— 1 Corintios 13:4
“No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor”
— 1 Corintios 13:5
“No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad”
— 1 Corintios 13:6
“Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”
— 1 Corintios 13:7
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”
— Mateo 5:7
“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso”
— Lucas 6:36
“Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”
— Romanos 15:7
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”
— Colosenses 3:12
“Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”
— Tito 3:2
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”
— Santiago 1:19
“Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios”
— 1 Corintios 7:15
“Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?”
— 1 Corintios 7:16
“La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor”
— 1 Corintios 7:39
“¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte”
— 1 Corintios 7:27
“Mas también si te casas, no pecas; si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, yo os la quisiera evitar”
— 1 Corintios 7:28
“Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos”
— Mateo 18:23
“Comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos”
— Mateo 18:24
“A este, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, a su mujer hijos, todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda”
— Mateo 18:25
“Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo”
— Mateo 18:26
“El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó le perdonó la deuda”
— Mateo 18:27
“Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes”
— Mateo 18:28
“Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, yo te lo pagaré todo”
— Mateo 18:29
“Mas él no quiso, sino fue le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda”
— Mateo 18:30
“Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, fueron refirieron a su señor todo lo que había pasado”
— Mateo 18:31
“Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste”
— Mateo 18:32
“¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?”
— Mateo 18:33
“Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía”
— Mateo 18:34
“Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas”
— Mateo 18:35
“Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras este vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido”
— Romanos 7:2
“Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera”
— Romanos 7:3
“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca”
— 1 Corintios 6:18
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, que no sois vuestros?”
— 1 Corintios 6:19
“Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”
— 1 Corintios 6:20
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”
— 1 Corintios 6:9
“Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”
— 1 Corintios 6:10
“Esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, por el Espíritu de nuestro Dios”
— 1 Corintios 6:11
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”
— Mateo 22:37
“Este es el primero grande mandamiento”
— Mateo 22:38
“El segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
— Mateo 22:39
“De estos dos mandamientos depende toda la ley los profetas”
— Mateo 22:40
“No cometerás adulterio”
— Éxodo 20:14
“No hurtarás”
— Éxodo 20:15
“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio”
— Éxodo 20:16
“No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo”
— Éxodo 20:17
“Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto”
— Colosenses 3:14
“Honroso sea en todos el matrimonio, el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios a los adúlteros los juzgará Dios”
— Hebreos 13:4
“El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”
— 1 Juan 4:8
“Nosotros hemos conocido creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; el que permanece en amor, permanece en Dios, Dios en él”
— 1 Juan 4:16
“Nunca se aparten de ti la misericordia la verdadÁtalas a tu cuelloEscríbelas en la tabla de tu corazón”
— Proverbios 3:3
“Hallarás gracia buena opiniónAnte los ojos de Dios de los hombres”
— Proverbios 3:4
“Fíate de Jehová de todo tu corazónY no te apoyes en tu propia prudencia”
— Proverbios 3:5
“Reconócelo en todos tus caminosY él enderezará tus veredas”
— Proverbios 3:6
“No seas sabio en tu propia opiniónTeme a Jehová, apártate del mal”
— Proverbios 3:7
“Porque será medicina a tu cuerpoY refrigerio para tus huesos”
— Proverbios 3:8
“Honra a Jehová con tus bienesY con las primicias de todos tus frutos”
— Proverbios 3:9
“Serán llenos tus graneros con abundanciaY tus lagares rebosarán de mosto”
— Proverbios 3:10