Queridos hermanos y hermanas, adentrémonos en la profunda historia del Hijo Pródigo, una parábola que ofrece profundas enseñanzas sobre el perdón, la redención y el amor infinito de nuestro Padre Celestial. Esta historia trata de un joven que exige su herencia a su padre, solo para derrocharla en una tierra lejana. Finalmente, se encuentra en gran necesidad, dándose cuenta del error de sus caminos. Este momento de realización es un punto crucial en la historia. El hijo decide regresar a casa, sin esperar ser recibido como un hijo, pero con la esperanza de ser aceptado como un sirviente.
La belleza de esta parábola reside en la reacción del padre. Cuando el padre ve a su hijo regresar, se llena de compasión y corre a abrazarlo. Este acto de correr a su encuentro significa la disposición del padre a perdonar. El padre no espera una disculpa o una explicación. En cambio, inmediatamente restaura a su hijo a su lugar legítimo en la familia, celebrando con un banquete. Esta es una imagen poderosa de la gracia y la misericordia de Dios hacia nosotros.
Queridos amigos, la historia del Hijo Pródigo nos recuerda que no importa cuán lejos nos alejemos, nuestro Padre en el cielo siempre está listo para darnos la bienvenida con los brazos abiertos. Nos enseña sobre el arrepentimiento y la alegría que viene con la reconciliación. También nos desafía a perdonar a los demás como hemos sido perdonados. Así como el padre recibió a su hijo sin dudarlo, también nosotros estamos llamados a extender gracia y misericordia a quienes la buscan.
Esta parábola también habla sobre la condición del corazón humano. Podemos relacionarnos fácilmente con el viaje de autodescubrimiento y humildad del hijo. Nos muestra que la verdadera realización no se encuentra en la riqueza material o los placeres mundanos, sino en la relación amorosa que tenemos con nuestro Padre. Recordemos que nuestro valor no se basa en nuestras acciones, sino en el amor inmutable de Dios por nosotros.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre el Hijo Pródigo.
“También dijo: Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, comenzó a faltarle. fue se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, yo aquí perezco de hambre! Me levantaré iré a mi padre, le diré: Padre, he pecado contra el cielo contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. levantándose, vino a su padre. cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, fue movido a misericordia, corrió, se echó sobre su cuello, le besó. el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, vestidle; poned un anillo en su mano, calzado en sus pies. traed el becerro gordo matadlo, comamos hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, ha revivido; se había perdido, es hallado. comenzaron a regocijarseY su hijo mayor estaba en el campo; cuando vino, llegó cerca de la casa, oyó la música las danzas; llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno sano. Entonces se enojó, no quería entrar. Salió por tanto su padre, le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, ha revivido; se había perdido, es hallado”
— Lucas 15:11-32
“Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente”
— Lucas 15:10
“Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”
— Lucas 15:7
“Porque este mi hijo muerto era, ha revivido; se había perdido, es hallado. comenzaron a regocijarse”
— Lucas 15:24
“Mas era necesario hacer fiesta regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, ha revivido; se había perdido, es hallado”
— Lucas 15:32
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorí”
— Efesios 2:8-9
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad”
— 1 Juan 1:9
“Deje el impío su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”
— Isaías 55:7
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”
— 2 Corintios 5:17
“Soportándoos unos a otros, perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros”
— Colosenses 3:13
“Cuanto está lejos el oriente del occidenteHizo alejar de nosotros nuestras rebeliones”
— Salmos 103:12
“¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa nueve va por los montes a buscar la que se había descarriado? si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquella, que por las noventa nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños”
— Mateo 18:12-14
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”
— 2 Pedro 3:9
“Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, cubrirá multitud de pecados”
— Santiago 5:19-20
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”
— Gálatas 6:1
“Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído”
— Oseas 14:1
“Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, guardare todos mis estatutos hiciere según el derecho la justicia, de cierto vivirá; no morirá”
— Ezequiel 18:21
“Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud”
— Jeremías 31:19
“Yo deshice como una nube tus rebeliones, como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí”
— Isaías 44:22
“Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordiasNuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad”
— Lamentaciones 3:22-23
“¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”
— Miqueas 7:18-19
“Rasgad vuestro corazón, no vuestros vestidos, convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es clemente, tardo para la ira grande en misericordia, que se duele del castigo”
— Joel 2:13
“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia hallar gracia para el oportuno socorro”
— Hebreos 4:16
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”
— Mateo 5:7
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración por la renovación en el Espíritu Santo”
— Tito 3:5
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
— Juan 1:12
“En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, como a novia adornada con sus joyas”
— Isaías 61:10
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
— Filipenses 4:19
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca establezca”
— 1 Pedro 5:10
“Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente sin reproche, le será dada”
— Santiago 1:5
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”
— 1 Juan 3:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
— Romanos 8:1
“Palabra fiel digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”
— 1 Timoteo 1:15
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”
— Efesios 1:7
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“Id, pues, aprended lo que significa: Misericordia quiero, no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”
— Mateo 9:13
“El que encubre sus pecados no prosperaráMas el que los confiesa se aparta alcanzará misericordia”
— Proverbios 28:13
“Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantadoAl corazón contrito humillado no despreciarás tú, oh Dios”
— Salmos 51:17
“Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos”
— Zacarías 1:3
“Convertíos, hijos rebeldes, sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios”
— Jeremías 3:22
“Venid luego, dice Jehová, estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”
— Isaías 1:18
“Así que, arrepentíos convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”
— Hechos 3:19
“Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 8:38-39
“El ladrón no viene sino para hurtar matar destruir; yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”
— Juan 10:10
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, aprended de mí, que soy manso humilde de corazón; hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, ligera mi carga”
— Mateo 11:28-30
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazónY salva a los contritos de espíritu”
— Salmos 34:18
“Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él”
— Isaías 30:18
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
— 1 Corintios 10:13
“Pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús”
— Gálatas 3:26
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”
— Efesios 4:32