Queridos hermanos y hermanas, al reunirnos para reflexionar sobre el maravilloso nacimiento de Jesús, recordamos el profundo misterio y el amor divino que envuelven este evento sagrado. El nacimiento de Jesús es una piedra angular de nuestra fe, una manifestación de la promesa de Dios y la esperanza para toda la humanidad. En el humilde pueblo de Belén, un niño nació en un pesebre, cumpliendo antiguas profecías y trayendo luz a un mundo envuelto en tinieblas. Este evento milagroso fue anunciado por ángeles y presenciado por pastores, quienes fueron de los primeros en recibir la buena nueva de gran alegría.
El nacimiento de Jesús nos enseña sobre el increíble plan de salvación de Dios, concebido por puro amor. Nuestro Salvador vino al mundo no con esplendor real, sino en circunstancias modestas, simbolizando la accesibilidad de Dios y Su deseo de llegar a personas de todos los ámbitos de la vida. Este humilde comienzo resalta la capacidad de Dios para usar lo que aparentemente es insignificante para cumplir Sus grandes propósitos. Los pastores, humildes y sencillos, fueron elegidos para ser los primeros en presenciar y difundir la noticia de la llegada del Mesías, recordándonos que el mensaje de Dios es para todos.
Además, el nacimiento de Jesús es un testimonio de fe y obediencia. María, una joven virgen, aceptó el llamado de Dios con gracia y valentía, confiando en Su plan a pesar de la posibilidad de malentendidos y dificultades. José, también, demostró una fe notable al permanecer junto a María y asumir su papel como el padre terrenal de Jesús. Sus vidas ejemplifican la belleza de decir “sí” a Dios, incluso cuando el camino es incierto.
Al reflexionar sobre el nacimiento de Jesús, abramos nuestros corazones a la maravilla y la alegría que trae. Seamos como los pastores, ansiosos por compartir la buena nueva con otros, y como María y José, fieles y dispuestos a seguir el llamado de Dios. Que esta reflexión nos inspire a vivir con mayor amor, esperanza y fe, sabiendo que el nacimiento de Jesús fue el regalo supremo de nuestro Padre Celestial.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre el nacimiento de Jesús.
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo”
— Mateo 1:18
“Dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales, lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”
— Lucas 2:7
“Dará a luz un hijo, llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”
— Mateo 1:21
“Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor”
— Lucas 2:11
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos”
— Mateo 2:1
“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, dará a luz un hijo, llamará su nombre Emanuel”
— Isaías 7:14
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”
— Lucas 1:35
“He aquí, una virgen concebirá dará a luz un hijoY llamarás su nombre Emanuelque traducido es: Dios con nosotros”
— Mateo 1:23
“Ahora, concebirás en tu vientre, darás a luz un hijo, llamarás su nombre JESÚS”
— Lucas 1:31
“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad”
— Miqueas 5:2
“Al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, postrándose, lo adoraron; abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso mirra”
— Mateo 2:11
“Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”
— Lucas 2:12
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Tú, Belén, de la tierra de JudáNo eres la más pequeña entre los príncipes de JudáPorque de ti saldrá un guiadorQue apacentará a mi pueblo Israel”
— Mateo 2:6
“¡Gloria a Dios en las alturasY en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”
— Lucas 2:14
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”
— Isaías 9:6
“Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; le puso por nombre JESÚS”
— Mateo 1:25
“Vinieron, pues, apresuradamente, hallaron a María a José, al niño acostado en el pesebre”
— Lucas 2:16
“Convocados todos los principales sacerdotes, los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo”
— Mateo 2:4
“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado”
— Lucas 2:15
“Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño”
— Mateo 2:9
“Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”
— Lucas 2:10
“Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José dijo: Levántate toma al niño a su madre, huye a Egipto, permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo”
— Mateo 2:13
“Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, de Egipto llamé a mi hijo”
— Oseas 11:1
“José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa familia de David”
— Lucas 2:4
“Vino habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno”
— Mateo 2:23
“Para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta”
— Lucas 2:5
“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos”
— Mateo 2:16
“Aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento”
— Lucas 2:6
“Oyendo esto, el rey Herodes se turbó, toda Jerusalén con él”
— Mateo 2:3
“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios”
— Lucas 1:30
“Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo”
— Mateo 1:22
“Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer nacido bajo la ley”
— Gálatas 4:4
“He aquí, se les presentó un ángel del Señor, la gloria del Señor los rodeó de resplandor; tuvieron gran temor”
— Lucas 2:9
“Pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”
— Mateo 1:20
“He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, reinará como Rey, el cual será dichoso, hará juicio justicia en la tierra”
— Jeremías 23:5
“Este será grande, será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David su padre”
— Lucas 1:32
“Al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo”
— Mateo 2:10
“Había pastores en la misma región, que velaban guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño”
— Lucas 2:8
“Despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, recibió a su mujer”
— Mateo 1:24
“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. el ángel se fue de su presencia”
— Lucas 1:38
“Diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, venimos a adorarle”
— Mateo 2:2
“Aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; Elisabet fue llena del Espíritu Santo”
— Lucas 1:41
“Estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo”
— Mateo 2:15
“Exclamó a gran voz, dijo: Bendita tú entre las mujeres, bendito el fruto de tu vientre”
— Lucas 1:42
“Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta”
— Mateo 2:5
“Al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño”
— Lucas 2:17
“Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”
— Mateo 2:12
“Volvieron los pastores glorificando alabando a Dios por todas las cosas que habían oído visto, como se les había dicho”
— Lucas 2:20