Queridos hermanos y hermanas, reflexionemos sobre la profunda y divina naturaleza de Jesucristo, quien es central para nuestra fe y nuestra salvación. Jesús es el Hijo de Dios, enviado a este mundo para redimirnos de nuestros pecados. Él es la encarnación del amor, el sacrificio y la esperanza. A lo largo de los Evangelios, encontramos numerosos ejemplos de Su compasión y obras milagrosas.
Jesús nació de la Virgen María, cumpliendo antiguas profecías, y vivió una vida que nos mostró el verdadero significado del amor y la humildad. Predicó sobre el Reino de Dios, enseñándonos a amar a nuestros prójimos como a nosotros mismos, a perdonar a quienes nos hacen mal y a buscar la justicia. Sus enseñanzas fueron revolucionarias, trayendo un mensaje de paz y redención a un mundo necesitado.
Uno de los aspectos más notables de la vida de Jesús fue Su ministerio de sanación y milagros. Sanó a los enfermos, dio vista a los ciegos e incluso resucitó a los muertos. Estos actos fueron más que simples demostraciones de poder; fueron señales del reino de Dios irrumpiendo en nuestro mundo. Jesús nos mostró el corazón de Dios, un corazón lleno de compasión y misericordia.
Sin embargo, el mayor acto de amor fue cuando Jesús voluntariamente fue a la cruz. Llevó nuestros pecados, tomó nuestro castigo y, a través de Su muerte y resurrección, conquistó el pecado y la muerte. Este sacrificio abrió el camino para que tengamos una relación con Dios, ofreciéndonos vida eterna. La resurrección de Jesús es la piedra angular de nuestra fe, demostrando que Él es verdaderamente el Hijo de Dios y que Sus promesas son verdaderas.
Querido amigo, Jesucristo no es solo una figura histórica; Él está vivo y activo en nuestras vidas hoy. Nos invita a seguirlo, a experimentar Su amor y gracia de primera mano. Esforcémonos por caminar en Sus pasos, difundiendo Su mensaje de esperanza y salvación a quienes nos rodean.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre Jesucristo.
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“Dará a luz un hijo, llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”
— Mateo 1:21
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”
— Colosenses 1:15
“Yo el Padre uno somos”
— Juan 10:30
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
— Juan 8:12
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”
— Colosenses 2:9
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”
— Filipenses 2:5-7
“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”
— Isaías 9:6
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, la vida eterna”
— 1 Juan 5:20
“En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
— Hechos 4:12
“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”
— Juan 14:9
“¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros”
— Romanos 8:34
“Porque hay un solo Dios, un solo mediador entre Dios los hombres, Jesucristo hombre”
— 1 Timoteo 2:5
“Jesús se acercó les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo en la tierra”
— Mateo 28:18
“Yo soy el Alfa la Omega, principio fin, dice el Señor, el que es que era que ha de venir, el Todopoderoso”
— Apocalipsis 1:8
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
— Hebreos 4:15
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado, que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”
— 1 Corintios 15:3-4
“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; el que en mí cree, no tendrá sed jamás”
— Juan 6:35
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
— Juan 1:29
“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”
— Mateo 16:16
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”
— Juan 15:5
“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”
— Juan 8:58
“Yo soy el Alfa la Omega, el principio el fin, el primero el último”
— Apocalipsis 22:13
“Entonces Tomás respondió le dijo: ¡Señor mío, Dios mío”
— Juan 20:28
“Aguardando la esperanza bienaventurada la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios Salvador Jesucristo”
— Tito 2:13
“Puestos los ojos en Jesús, el autor consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, se sentó a la diestra del trono de Dios”
— Hebreos 12:2
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Vosotros me llamáis Maestro, Señor; decís bien, porque lo soy”
— Juan 13:13
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”
— Juan 14:1
“Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, para dar su vida en rescate por muchos”
— Marcos 10:45
“Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, a Jesucristo, a quien has enviado”
— Juan 17:3
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”
— 2 Corintios 5:21
“Sometió todas las cosas bajo sus pies, lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”
— Efesios 1:22
“Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”
— Romanos 10:9
“Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes”
— Lucas 23:34
“Respondió Jesús le dijo: Si conocieras el don de Dios, quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, él te daría agua viva”
— Juan 4:10
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él”
— 1 Juan 4:9
“El cual, siendo el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia, quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
— Hebreos 1:3
“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, cree al que me envió, tiene vida eterna; no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”
— Juan 5:24
“No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”
— Mateo 5:17
“En el último gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí beba”
— Juan 7:37
“Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó se entregó a sí mismo por mí”
— Gálatas 2:20
“Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz”
— Colosenses 1:19-20
“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”
— Juan 10:11
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu”
— Juan 19:30
“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, vete a tu casa”
— Mateo 9:6
“Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios”
— Lucas 22:69
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”
— Filipenses 3:20-21
“Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación redención”
— 1 Corintios 1:30
“Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”
— Juan 18:37