Queridos hermanos y hermanas, reunámonos hoy para explorar una lección importante de la Biblia sobre juzgar a los demás basándonos en sus apariencias. En nuestra vida diaria, a menudo nos encontramos en situaciones donde formamos opiniones sobre las personas solo con mirarlas. Este no es un problema nuevo, pues incluso en tiempos bíblicos, la gente luchaba con juzgar a los demás por lo que veían en el exterior.
Cuando Dios envió a Samuel a ungir a uno de los hijos de Isaí como rey, Samuel inicialmente pensó que Eliab, con su impresionante estatura, era el elegido. Pero Dios le recordó a Samuel que, mientras los humanos miran la apariencia externa, el Señor mira el corazón. Esto nos enseña que lo que realmente importa no es lo que vemos con nuestros ojos, sino lo que hay dentro de una persona.
Nuestro Señor Jesús también nos enseñó a no juzgar por meras apariencias. Cuando estuvo en la tierra, se mezcló con aquellos a quienes la sociedad a menudo despreciaba—recaudadores de impuestos, pecadores y pobres. Él veía más allá de sus condiciones externas y miraba sus corazones, ofreciéndoles amor, gracia y perdón. Jesús nos mostró cómo ver más allá de la superficie y valorar el valor interior de cada individuo.
Querido amigo, considera lo fácil que es hacer suposiciones sobre alguien basado en cómo se ve, habla o viste. Debemos recordar que todos están creados a imagen de Dios, mereciendo amor y respeto. En lugar de formar juicios apresurados, esforcémonos por entender y amar a los demás como Dios nos ama. Él nos llama a extender bondad y compasión, buscando conocer el corazón en lugar de juzgar la superficie.
En tu camino de fe, practica ver a los demás a través de los ojos de nuestro Señor, quien conoce nuestros pensamientos e intenciones más profundos. Animémonos unos a otros a mirar más allá de las apariencias y a apreciar la verdadera belleza que se encuentra dentro de cada persona.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre juzgar por las apariencias.
“No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio”
— Juan 7:24
“Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas”
— Santiago 2:1
“Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”
— 1 Samuel 16:7
“Engañosa es la gracia, vana la hermosuraLa mujer que teme a Jehová, esa será alabada”
— Proverbios 31:30
“Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable apacible, que es de grande estima delante de Dios”
— 1 Pedro 3:3-4
“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, con la medida con que medís, os será medido”
— Mateo 7:1-2
“Porque no hay acepción de personas para con Dios”
— Romanos 2:11
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”
— Gálatas 3:28
“Donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, en todos”
— Colosenses 3:11
“¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, venís a ser jueces con malos pensamientos?”
— Santiago 2:4
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, manifestará las intenciones de los corazones; entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios”
— 1 Corintios 4:5
“Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía iniquidad”
— Mateo 23:28
“Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo”
— 2 Corintios 10:7
“Pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, quedáis convictos por la ley como transgresores”
— Santiago 2:9
“Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron”
— Gálatas 2:6
“Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación”
— Lucas 16:15
“Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas”
— Hechos 10:34
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”
— Romanos 14:10
“No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias no en el corazón”
— 2 Corintios 5:12
“En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie”
— 1 Corintios 2:15
“Miráis con agrado al que trae la ropa espléndida le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado”
— Santiago 2:3
“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”
— Mateo 6:16
“Te encarezco delante de Dios del Señor Jesucristo, de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad”
— 1 Timoteo 5:21
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo”
— Filipenses 2:3
“Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie”
— Juan 8:15
“Vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrimas, los ha enjugado con sus cabellos”
— Lucas 7:44
“No es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”
— 2 Corintios 11:14
“Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión”
— Romanos 12:16
“Vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos vuestro está en los cielos, que para él no hay acepción de personas”
— Efesios 6:9
“Le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, argüirá con equidad por los mansos de la tierra; herirá la tierra con la vara de su boca, con el espíritu de sus labios matará al impío”
— Isaías 11:3-4
“Hacer acepción de personas no es buenoHasta por un bocado de pan prevaricará el hombre”
— Proverbios 28:21
“Este pueblo de labios me honraMas su corazón está lejos de mí”
— Mateo 15:8
“¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipesNi respeta más al rico que al pobrePorque todos son obra de sus manos?”
— Job 34:19
“El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano”
— Lucas 18:11-12
“Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, extienden los flecos de sus mantos”
— Mateo 23:5
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos de toda inmundicia”
— Mateo 23:27
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”
— 1 Corintios 12:13
“Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; el que se humilla, será enaltecido”
— Lucas 14:11
“Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?”
— Marcos 12:14
“Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdoEs la mujer hermosa apartada de razón”
— Proverbios 11:22
“No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”
— Zacarías 7:10
“Por tanto, yo también os he hecho viles bajos ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos, en la ley hacéis acepción de personas”
— Malaquías 2:9
“Sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones”
— 1 Tesalonicenses 2:4
“Dijo Jesús: Para juicio he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, los que ven, sean cegados”
— Juan 9:39
“Él juzgó la causa del afligido del menesteroso, entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová”
— Jeremías 22:16
“Subirá cual renuevo delante de él, como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, no lo estimamos”
— Isaías 53:2-3
“Si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación”
— 1 Pedro 1:17
“No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios”
— Éxodo 23:2
“También estos son dichos de los sabiosHacer acepción de personas en el juicio no es bueno”
— Proverbios 24:23
“Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses Señor de señores, Dios grande, poderoso temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho”
— Deuteronomio 10:17
“Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”
— Tito 3:2
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”
— Mateo 5:3
“Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas”
— Colosenses 3:25
“Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a estos evita”
— 2 Timoteo 3:5
“Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano”
— Romanos 14:13
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, amar misericordia, humillarte ante tu Dios”
— Miqueas 6:8
“Respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”
— Mateo 25:40
“Tener respeto a la persona del impíoPara pervertir el derecho del justo, no es bueno”
— Proverbios 18:5
“No harás injusticia en el juicio, ni favoreciendo al pobre ni complaciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo”
— Levítico 19:15
“Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey”
— 1 Pedro 2:17
“Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿quién es mi prójimo?”
— Lucas 10:29
“Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, apartaos de todas vuestras transgresiones, no os será la iniquidad causa de ruina”
— Ezequiel 18:30
“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”
— Mateo 6:2
“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”
— Eclesiastés 12:14
“Alábete el extraño, no tu propia bocaEl ajeno, no los labios tuyos”
— Proverbios 27:2
“¿Hasta cuándo juzgaréis injustamenteY aceptaréis las personas de los impíos? Selah”
— Salmos 82:2