Queridos hermanos y hermanas, profundicemos en las lecciones profundas que la Biblia enseña sobre la jactancia. Las Escrituras nos proporcionan sabiduría y orientación, instándonos a examinar nuestros corazones y acciones. Jactarse, en su esencia, es el acto de hablar con excesivo orgullo sobre uno mismo. Puede ser un reflejo de vanidad y egocentrismo, desviando la atención de la verdadera fuente de nuestras bendiciones.
En nuestro caminar con Dios, se nos recuerda que todo lo que tenemos y todo lo que somos proviene de Él. A medida que navegamos por los desafíos y triunfos de la vida, debemos recordar que no es por nuestra fuerza o poder, sino por la gracia de Dios que permanecemos. La Biblia narra historias donde individuos cayeron en la trampa de la jactancia. Estos relatos sirven como recordatorios de las consecuencias del orgullo y la importancia de la humildad.
Consideremos la historia del rey Nabucodonosor, quien se jactó de la gran ciudad que había construido. Su orgullo lo llevó a su caída, y fue humillado por Dios. Esta historia nos enseña que la jactancia puede conducir a una caída y que la humildad es una virtud que debe ser apreciada. De manera similar, el apóstol Pablo, un hombre de gran conocimiento y logros, eligió jactarse solo de sus debilidades, para que el poder de Cristo descansara sobre él. Entendió que la verdadera fortaleza proviene de reconocer nuestras limitaciones y confiar en Dios.
Querido amigo, al reflexionar sobre tu propia vida, considera las cosas de las que te jactas. ¿Están arraigadas en la auto-glorificación, o apuntan a la gloria de Dios? En lugar de jactarnos de nuestros logros, jactémonos del amor, la misericordia y la gracia de Dios. Que nuestras vidas sean un testimonio de Su bondad, para que otros puedan ver Su luz a través de nosotros.
En este camino de fe, que nos esforcemos por ser humildes, reconociendo que todo lo bueno viene de arriba. Animémonos unos a otros a jactarnos solo en el Señor, porque Él es nuestra roca y nuestra salvación. Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre ‘jactarse’.
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas”
— Jeremías 9:23
“Para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor”
— 1 Corintios 1:31
“Mas el que se gloría, gloríese en el Señor”
— 2 Corintios 10:17
“Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere”
— Romanos 15:17
“Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala”
— Santiago 4:16
“Alábete el extraño, no tu propia bocaEl ajeno, no los labios tuyos”
— Proverbios 27:2
“Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, yo al mundo”
— Gálatas 6:14
“No por obras, para que nadie se glorí”
— Efesios 2:9
“En Jehová se gloriará mi almaLo oirán los mansos, se alegrarán”
— Salmos 34:2
“Así que, ninguno se gloríen los hombres; porque todo es vuestro”
— 1 Corintios 3:21
“Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”
— 1 Corintios 4:7
“Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad”
— 2 Corintios 11:30
“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”
— 2 Corintios 12:9
“Como nubes vientos sin lluviaAsí es el hombre que se jacta de falsa liberalidad”
— Proverbios 25:14
“En Dios nos gloriaremos todo el tiempoY para siempre alabaremos tu nombre. Selah”
— Salmos 44:8
“De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades”
— 2 Corintios 12:5
“¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe”
— Romanos 3:27
“¿Se gloriará el hacha contra el que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si el báculo levantase al que lo levanta; como si levantase la vara al que no es leño”
— Isaías 10:15
“El que compra dice: Malo es, malo esMas cuando se aparta, se alaba”
— Proverbios 20:14
“Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré”
— 2 Corintios 11:18
“Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es él estimado?”
— Isaías 2:22
“No nos recomendamos, pues, otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis con qué responder a los que se glorían en las apariencias no en el corazón”
— 2 Corintios 5:12
“Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad”
— 2 Corintios 11:30
“Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones a las revelaciones del Señor”
— 2 Corintios 12:1
“Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”
— Filipenses 3:3
“Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo”
— Filipenses 3:7
“Los que confían en sus bienesY de la muchedumbre de sus riquezas se jactan”
— Salmos 49:6
“Si bien todos nosotros somos como suciedad, todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; caímos todos nosotros como la hoja, nuestras maldades nos llevaron como viento”
— Isaías 64:6
“El que confía en su propio corazón es necioMas el que camina en sabiduría será librado”
— Proverbios 28:26
“¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas durasY se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?”
— Salmos 94:4
“No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?”
— 1 Corintios 5:6
“No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros”
— Gálatas 5:26
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; ¡ay de mí si no anunciare el evangelio”
— 1 Corintios 9:16
“Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová”
— Jeremías 9:24
“¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso?La misericordia de Dios es continua”
— Salmos 52:1
“Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios?”
— Romanos 2:23
“A fin de que nadie se jacte en su presencia”
— 1 Corintios 1:29
“Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, no en otro”
— Gálatas 6:4
“Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya”
— 2 Corintios 11:10
“De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan”
— 1 Corintios 12:26