Queridos hermanos y hermanas, exploremos el sagrado tema de las viudas tal como se ve en la Biblia. Las viudas ocupan un lugar especial en el corazón de Dios, y a lo largo de las Escrituras, vemos Su compasión y cuidado por ellas. Dios ordena a Su pueblo cuidar de las viudas, mostrando Su amor e interés por quienes han perdido a sus cónyuges. Este llamado divino a cuidar de las viudas no es solo un mandato, sino un reflejo del propio carácter de Dios.
En los días del Antiguo Testamento, las viudas a menudo quedaban vulnerables sin un esposo que las proveyera. El Señor instruyó a Su pueblo para que proveyeran a las viudas y aseguraran que no fueran maltratadas. Los profetas hablaron en contra de aquellos que oprimían a las viudas, enfatizando el juicio de Dios sobre tales acciones. Esto muestra que Dios nota la difícil situación de la viuda y espera que Su pueblo actúe con justicia y misericordia.
En el Nuevo Testamento, Jesús mismo mostró bondad a las viudas. Resucitó al hijo de la viuda en Naín, devolviendo esperanza y vida a su familia. Este milagro demuestra la compasión de Jesús y Su poder sobre la muerte. La iglesia primitiva también asumió la responsabilidad seriamente, asegurando que las viudas fueran atendidas y no descuidadas en la distribución diaria de alimentos.
Querido amigo, estamos llamados a seguir este ejemplo. Cuidar de las viudas es un acto de verdadera religión, uno que es puro e intachable a los ojos de Dios. Debemos abrir nuestros corazones y manos para ayudar a los necesitados, mostrando el amor de Dios a través de nuestras acciones. Al hacerlo, nos convertimos en un reflejo de Su gracia y misericordia.
Abracemos esta responsabilidad divina con alegría y diligencia. Al hacerlo, no solo obedecemos los mandatos de Dios, sino que también nos convertimos en instrumentos de Su amor y cuidado en este mundo. Si encuentras este mensaje edificante, te invito a compartirlo con otros que puedan ser alentados por él.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre las viudas.
“Honra a las viudas que en verdad lo son”
— 1 Timoteo 5:3
“La religión pura sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo”
— Santiago 1:27
“A ninguna viuda ni huérfano afligiréis”
— Éxodo 22:22
“Que hace justicia al huérfano a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan vestido”
— Deuteronomio 10:18
“Padre de huérfanos defensor de viudasEs Dios en su santa morada”
— Salmos 68:5
“Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda”
— Isaías 1:17
“Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas”
— 1 Timoteo 5:16
“Vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, el extranjero, el huérfano la viuda que hubiere en tus poblaciones, comerán serán saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren”
— Deuteronomio 14:29
“Jehová guarda a los extranjerosAl huérfano a la viuda sostieneY el camino de los impíos trastorna”
— Salmos 146:9
“Jehová asolará la casa de los soberbiosPero afirmará la heredad de la viuda”
— Proverbios 15:25
“La bendición del que se iba a perder venía sobre míal corazón de la viuda yo daba alegría”
— Job 29:13
“Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; había con ella mucha gente de la ciudad. cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, le dijo: No llores”
— Lucas 7:12-13
“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, allí seré sepultada; así me haga Jehová, aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos”
— Rut 1:16-17
“Vino una viuda pobre, echó dos blancas, o sea un cuadrante. Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento”
— Marcos 12:42-44
“Levántate, vete a Sarepta de Sidón, mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente”
— 1 Reyes 17:9
“Deja tus huérfanos, yo los criaré; en mí confiarán tus viudas”
— Jeremías 49:11
“Huérfanos somos sin padreNuestras madres son como viudas”
— Lamentaciones 5:3
“En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria”
— Hechos 6:1
“Mas la que en verdad es viuda ha quedado sola, espera en Dios, es diligente en súplicas oraciones noche día”
— 1 Timoteo 5:5
“No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano”
— Zacarías 7:10
“Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano de la viuda. dirá todo el pueblo: Amén”
— Deuteronomio 27:19
“Entonces él se levantó se fue a Sarepta. cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; él la llamó, le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, un poco de aceite en una vasija; ahora recogía dos leños, para entrar prepararlo para mí para mi hijo, para que lo comamos, nos dejemos morir”
— 1 Reyes 17:10-12
“Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario”
— Lucas 18:3
“En verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años seis meses, hubo una gran hambre en toda la tierra; pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón”
— Lucas 4:25-26
“No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano, ni tomarás en prenda la ropa de la viuda”
— Deuteronomio 24:17
“Vendré a vosotros para juicio; seré pronto testigo contra los hechiceros adúlteros, contra los que juran mentira, los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda al huérfano, los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos”
— Malaquías 3:5
“Si estorbé el contento de los pobresE hice desfallecer los ojos de la viuda”
— Job 31:16
“Mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña con tu olivar”
— Éxodo 23:11
“Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano a la viuda; comerán en tus aldeas, se saciarán”
— Deuteronomio 26:12
“Sea puesta en la lista solo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido”
— 1 Timoteo 5:9
“Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; cuando llegó, le llevaron a la sala, donde le rodearon todas las viudas, llorando mostrando las túnicas los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas”
— Hechos 9:39
“Las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel; el cual será restaurador de tu alma, sustentará tu vejez; pues tu nuera, que te ama, lo ha dado a luz; ella es de más valor para ti que siete hijos”
— Rut 4:14-15
“Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia, a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno agradable delante de Dios”
— 1 Timoteo 5:4
“Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos”
— 2 Reyes 4:1
“No temas, pues no serás confundida; no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria”
— Isaías 54:4
“¡Ay de vosotros, escribas fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación”
— Mateo 23:14
“A las viudas enviaste vacíasY los brazos de los huérfanos fueron quebrados”
— Job 22:9
“Para apartar del juicio a los pobres, para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, robar a los huérfanos”
— Isaías 10:2
“Digo, pues, a los solteros a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando”
— 1 Corintios 7:8-9
“Si un hermano o una hermana están desnudos, tienen necesidad del mantenimiento de cada día, alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?”
— Santiago 2:15-16
“Vio también a una viuda muy pobre, que echaba allí dos blancas”
— Lucas 21:2
“Judá dijo a Tamar su nuera: Quédate viuda en casa de tu padre, hasta que crezca Sela mi hijo; porque dijo: No sea que muera él también como sus hermanos. se fue Tamar, estuvo en casa de su padre”
— Génesis 38:11
“Al padre a la madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; al huérfano a la viuda despojaron en ti”
— Ezequiel 22:7
“Que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos; si ha practicado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha practicado toda buena obra”
— 1 Timoteo 5:10
“Que devoran las casas de las viudas, por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación”
— Marcos 12:40
“No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito”
— Éxodo 23:6
“Te alegrarás delante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus ciudades, el extranjero, el huérfano la viuda que estuvieren en medio de ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre”
— Deuteronomio 16:11
“Abre tu boca, juzga con justiciaY defiende la causa del pobre del menesteroso”
— Proverbios 31:9
“Acercándose, tocó el féretro; los que lo llevaban se detuvieron. dijo: Joven, a ti te digo, levántate”
— Lucas 7:14
“Pero viudas más jóvenes no admitas; porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe”
— 1 Timoteo 5:11-12
“Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos malignos, toda boca habla despropósitos. Ni con todo esto ha cesado su furor, sino que todavía su mano está extendida”
— Isaías 9:17
“Porque Dios mandó diciendo: Honra a tu padre a tu madre; : El que maldiga al padre o a la madre, muera irremisiblemente. Pero vosotros decís: Cualquiera que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte, ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición”
— Mateo 15:4-6
“Te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano la viuda que viven en tus poblaciones”
— Deuteronomio 16:14
“Era viuda hacía ochenta cuatro años; no se apartaba del templo, sirviendo de noche de día con ayunos oraciones”
— Lucas 2:37
“El rey le dijo: ¿Qué tienes? ella respondió: Yo a la verdad soy una mujer viuda mi marido ha muerto”
— 2 Samuel 14:5
“Cuando vio Jesús a su madre, al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa”
— Juan 19:26-27
“Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia”
— 1 Timoteo 5:14
“En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”
— Hechos 20:35
“Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, los que habían sido desterrados a Egipto, adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén”
— Isaías 27:13
“Vended lo que poseéis, dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye”
— Lucas 12:33
“Que también tomo por mi mujer a Rut la moabita, mujer de Mahlón, para restaurar el nombre del difunto sobre su heredad, para que el nombre del muerto no se borre de entre sus hermanos de la puerta de su lugar. Vosotros sois testigos hoy”
— Rut 4:10
“Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; he aquí que nosotros dimos nuestros hijos nuestras hijas a servidumbre, algunas de nuestras hijas lo están ya, no tenemos posibilidad de rescatarlas, porque nuestras tierras nuestras viñas son de otros”
— Nehemías 5:5
“Entonces se quitó ella los vestidos de su viudez, se cubrió con un velo, se arrebozó, se puso a la entrada de Enaim junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, ella no era dada a él por mujer”
— Génesis 38:14
“Pero si la hija del sacerdote fuere viuda o repudiada, no tuviere prole se hubiere vuelto a la casa de su padre, como en su juventud, podrá comer del alimento de su padre; pero ningún extraño coma de él”
— Levítico 22:13
“Mi furor se encenderá, os mataré a espada, vuestras mujeres serán viudas, huérfanos vuestros hijos”
— Éxodo 22:24
“Gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A estas, pues, se juntó Salomón con amor. tuvo setecientas mujeres reinas trescientas concubinas; sus mujeres desviaron su corazón”
— 1 Reyes 11:2-3
“Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado”
— Isaías 54:5