Queridos hermanos y hermanas, hoy exploramos el profundo evento de Pentecostés, un momento que tiene un significado importante en nuestra fe cristiana. Pentecostés marca el día en que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, capacitándolos para difundir el mensaje de Cristo con valentía y claridad. Fue en este día que nació la iglesia primitiva, cuando los apóstoles, antes inseguros y temerosos, se convirtieron en testigos audaces y elocuentes de Jesús.
Imaginen la escena: los apóstoles reunidos, esperando como Jesús les había instruido. De repente, un viento poderoso llenó la casa y aparecieron lenguas de fuego, posándose sobre cada uno de ellos. Este no fue un evento ordinario. Fue una intervención divina, un cumplimiento de la promesa de Jesús de enviar un ayudador, el Espíritu Santo. Con la llegada del Espíritu, los apóstoles comenzaron a hablar en diferentes lenguas, un signo milagroso de que el mensaje de Dios era para todas las naciones, rompiendo barreras y uniendo a las personas.
Pentecostés nos enseña que Dios nos equipa para la misión a la que nos llama. Los apóstoles, hombres ordinarios, fueron transformados en mensajeros extraordinarios. Esta transformación también está disponible para nosotros. Cuando abrimos nuestros corazones al Espíritu Santo, recibimos poder y guía para vivir nuestra fe y compartirla con los demás.
El evento también nos recuerda la unidad y diversidad en el cuerpo de Cristo. Personas de diversos orígenes escucharon a los apóstoles en sus propios idiomas, lo que significa que el evangelio trasciende las divisiones culturales y lingüísticas. Como creyentes, estamos llamados a abrazar esta unidad, trabajando juntos para difundir el amor y la verdad de Dios.
Queridos amigos, Pentecostés es un recordatorio de la fidelidad de Dios y el poder transformador del Espíritu Santo. Busquemos ser llenos del Espíritu, permitiéndole guiarnos en nuestra vida diaria y en nuestra misión de compartir el evangelio. Si este mensaje resuena en ustedes, los animo a compartirlo con otros, difundiendo la esperanza y la alegría de Pentecostés.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras bíblicas a continuación que hablan sobre Pentecostés.
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos”
— Hechos 2:1
“Fueron todos llenos del Espíritu Santo, comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”
— Hechos 2:4
“Pedro les dijo: Arrepentíos, bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; recibiréis el don del Espíritu Santo”
— Hechos 2:38
“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; se añadieron aquel día como tres mil personas”
— Hechos 2:41
“Se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos”
— Hechos 2:3
“De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados”
— Hechos 2:2
“Mas esto es lo dicho por el profeta Joel”
— Hechos 2:16
“En los postreros días, dice DiosDerramaré de mi Espíritu sobre toda carneY vuestros hijos vuestras hijas profetizaránVuestros jóvenes verán visionesY vuestros ancianos soñarán sueños”
— Hechos 2:17
“De cierto sobre mis siervos sobre mis siervas en aquellos díasDerramaré de mi Espíritu, profetizarán”
— Hechos 2:18
“Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”
— Hechos 2:21
“Así que, exaltado por la diestra de Dios, habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis oís”
— Hechos 2:33
“Perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan en las oraciones”
— Hechos 2:42
“Sobrevino temor a toda persona; muchas maravillas señales eran hechas por los apóstoles”
— Hechos 2:43
“Perseverando unánimes cada día en el templo, partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría sencillez de corazón”
— Hechos 2:46
“Alabando a Dios, teniendo favor con todo el pueblo. el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”
— Hechos 2:47
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, hasta lo último de la tierra”
— Hechos 1:8
“Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días”
— Hechos 1:5
“Todos estos perseveraban unánimes en oración ruego, con las mujeres, con María la madre de Jesús, con sus hermanos”
— Hechos 1:14
“Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso”
— Hechos 10:44
“Cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio”
— Hechos 11:15
“Yo rogaré al Padre, os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”
— Juan 14:16
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, os recordará todo lo que yo os he dicho”
— Juan 14:26
“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”
— Juan 15:26
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, os hará saber las cosas que habrán de venir”
— Juan 16:13
“Después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, profetizarán vuestros hijos vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones”
— Joel 2:28
“También sobre los siervos sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”
— Joel 2:29
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”
— Lucas 24:49
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”
— 1 Corintios 12:13
“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”
— Romanos 8:9
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”
— Efesios 1:13
“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe”
— Gálatas 5:22
“Mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”
— Gálatas 5:23
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”
— 1 Corintios 2:10
“Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”
— 1 Corintios 2:12
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, que no sois vuestros?”
— 1 Corintios 6:19
“Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu”
— 2 Corintios 5:5
“Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”
— Efesios 3:16
“No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”
— Efesios 4:30
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración por la renovación en el Espíritu Santo”
— Tito 3:5
“Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”
— 2 Timoteo 1:14
“Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”
— Juan 7:39
“Pero vosotros tenéis la unción del Santo, conocéis todas las cosas”
— 1 Juan 2:20
“Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, no tenéis necesidad de que nadie os enseñ; así como la unción misma os enseña todas las cosas, es verdadera, no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él”
— 1 Juan 2:27
“Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, mi bendición sobre tus renuevos”
— Isaías 44:3
“Pondré dentro de vosotros mi Espíritu, haré que éis en mis estatutos, guardéis mis preceptos, los pongáis por obra”
— Ezequiel 36:27
“Entonces respondió me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”
— Zacarías 4:6
“Entonces el Espíritu de Jehová vendrá sobre ti con poder, profetizarás con ellos, serás mudado en otro hombre”
— 1 Samuel 10:6
“Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos”
— Números 11:29
“Habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; hablaban en lenguas, profetizaban”
— Hechos 19:6
“Entonces les imponían las manos, recibían el Espíritu Santo”
— Hechos 8:17
“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; todos fueron llenos del Espíritu Santo, hablaban con denuedo la palabra de Dios”
— Hechos 4:31
“Nosotros somos testigos suyos de estas cosas, también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen”
— Hechos 5:32
“Fue entonces Ananías entró en la casa, poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista seas lleno del Espíritu Santo”
— Hechos 9:17
“Los discípulos estaban llenos de gozo del Espíritu Santo”
— Hechos 13:52
“Les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo”
— Hechos 19:2