Queridos hermanos y hermanas, tomemos un momento para reflexionar sobre el tema de poner excusas. A lo largo de la Biblia, encontramos numerosos ejemplos y enseñanzas que iluminan esta tendencia humana. Las excusas a menudo nacen del miedo, la duda o la falta de fe. Pueden impedirnos cumplir el propósito de Dios para nuestras vidas. Las escrituras nos recuerdan que Dios nos llama a ser responsables y a confiar en Su fuerza en lugar de en nuestras propias limitaciones.
Consideremos la historia de Moisés, un hombre elegido por Dios para guiar a Su pueblo fuera de Egipto. Cuando Dios llamó a Moisés, él estaba lleno de excusas. Dudaba de sus propias habilidades, alegando que no era lo suficientemente elocuente para hablar con el faraón. Sin embargo, Dios aseguró a Moisés que Él proporcionaría las palabras y la fuerza necesarias para la tarea. Esta historia nos enseña que cuando Dios nos llama, también nos equipa. Nuestras excusas son a menudo solo barreras que creamos para evitar entrar en Sus planes.
Otro ejemplo es la parábola del gran banquete, donde los invitados pusieron excusas para no asistir. Sus excusas eran triviales en comparación con el honor de ser invitados a tal celebración. Esta parábola nos recuerda priorizar la invitación de Dios sobre las distracciones mundanas. Cuando ponemos excusas, nos perdemos las bendiciones que Él ha preparado para nosotros.
Querido amigo, es importante reconocer que las excusas pueden surgir de un lugar de miedo o inseguridad. Sin embargo, la Biblia nos anima a tener fe y valentía. Dios no llama a los capacitados; Él capacita a los que llama. Nuestra fe debe llevarnos a la acción, confiando en que Su gracia es suficiente.
Te animo a reflexionar sobre tu propia vida. ¿Hay áreas donde las excusas te están reteniendo? Busca la guía y la fuerza de Dios para superar estas barreras. Recuerda que con Dios, todo es posible. Si este mensaje resuena contigo, por favor compártelo con otros que puedan necesitar aliento.
Queridos amigos, ahora veamos las escrituras de la Biblia a continuación que hablan sobre poner excusas.
“Todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, necesito ir a verla; te ruego que me excuses”
— Lucas 14:18
“Dice el perezoso: El león está fueraSeré muerto en la calle”
— Proverbios 22:13
“Dice el perezoso: El león está en el caminoEl león está en las callesComo la puerta gira sobre sus quiciosAsí el perezoso se vuelve en su camaMete el perezoso su mano en el platoSe cansa de llevarla a su bocaEn su propia opinión el perezoso es más sabioQue siete que sepan aconsejar”
— Proverbios 26:13-16
“Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla torpe de lengua”
— Éxodo 4:10
“Yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíirás tú, dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová”
— Jeremías 1:6-8
“Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, fui escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo”
— Mateo 25:24-25
“El hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? dijo la mujer: La serpiente me engañó, comí”
— Génesis 3:12-13
“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”
— Romanos 1:20
“Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero entierre a mi padre. Jesús le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos”
— Mateo 8:21-22
“El perezoso no ara a causa del inviernoPedirá, pues, en la siega, no hallará”
— Proverbios 20:4
“¿Por qué, pues, no has oído la voz de Jehová, sino que vuelto al botín has hecho lo malo ante los ojos de Jehová? Saúl respondió a Samuel: Antes bien he obedecido la voz de Jehová, fui a la misión que Jehová me envió, he traído a Agag rey de Amalec, he destruido a los amalecitas. Mas el pueblo tomó del botín ovejas vacas, las primicias del anatema, para ofrecer sacrificios a Jehová tu Dios en Gilgal”
— 1 Samuel 15:19-21
“Al que sabe hacer lo bueno, no lo hace, le es pecado”
— Santiago 4:17
“Dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú ve, anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”
— Lucas 9:59-62
“Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio del juicio venidero, Félix se espantó, dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré”
— Hechos 24:25
“Pero sed hacedores de la palabra, no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, se va, luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace”
— Santiago 1:22-25
“Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?¿Cuándo te levantarás de tu sueño?Un poco de sueño, un poco de dormitarY cruzar por un poco las manos para reposoAsí vendrá tu necesidad como caminanteY tu pobreza como hombre armado”
— Proverbios 6:9-11
“Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, saque de Egipto a los hijos de Israel?”
— Éxodo 3:11
“Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, yo el menor en la casa de mi padre”
— Jueces 6:15
“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate ve a Nínive, aquella gran ciudad, pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, descendió a Jope, halló una nave que partía para Tarsis; pagando su pasaje, entró en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová”
— Jonás 1:1-3
“Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”
— 2 Corintios 5:10
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”
— Gálatas 6:7-8
“Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, otro a sus negocios”
— Mateo 22:5
“Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, apartaos de todas vuestras transgresiones, no os será la iniquidad causa de ruina. Echad de vosotros todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, haceos un corazón nuevo un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, viviréis”
— Ezequiel 18:30-32
“Haced todo sin murmuraciones contiendas, para que seáis irreprensibles sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”
— Filipenses 2:14-15
“El que encubre sus pecados no prosperaráMas el que los confiesa se aparta alcanzará misericordia”
— Proverbios 28:13
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, su palabra no está en nosotros”
— 1 Juan 1:8-10
“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo”
— Romanos 2:1
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, en tu nombre echamos fuera demonios, en tu nombre hicimos muchos milagros? entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”
— Mateo 7:21-23
“Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”
— Lucas 10:40-42
“Que prediques la palabra; que instes a tiempo fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, apartarán de la verdad el oído se volverán a las fábulas”
— 2 Timoteo 4:2-4